Jueves 21 de febrero de 2019.
Los kiosqueros aseguran que la situación del sector "es crítica" y respaldan con estadísticas el efecto devastador de la crisis: desde 2016, de los 120.000 kioscos que funcionaban en el país, cerraron 28.000.
Lo confirmó el presidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (Ukra), Néstor Palacios, al advertir que son varios los problemas que enfrenta la red de ventas de consumo masivo de cigarrillos, golosinas y varios.
"Venimos de una caída constante desde el 2016, con 28.000 kioscos cerrados a nivel nacional. Esto es producto de los fuertes tarifazos, el bajo salario de los trabajadores, las jubilaciones y las pensiones. Esto genera que el consumo interno caiga, que las empresas aumenten el precio de los productos y no se puedan vender".
Palacios consideró que "hay muchos factores donde la economía argentina no ha dado en la tecla" que, sumado a otras medidas como "la dificultad para acceder a un crédito y el costo bancario que implica el uso de tarjetas de crédito y débito, que es de entre 1,5% a un 5%, el sobrevivir se tornó complicado".
El representante de los kiosqueros habló con la radio LU6 de Mar del Plata donde detalló que los locales más afectados fueron aquellos que se encontraban en los cascos urbanos que, empujados por "tarifazos y la baja en las ventas", optaron por cerrar o trasladarse al local conocido como "kiosco ventana" o aquellos ubicados en la periferia, de mucho menor costo en cuanto a alquiler y mantenimiento.
"Si recorremos las avenidas importantes de cada ciudad, vemos persianas cerradas con locales en alquileres. Muchos de esos locales eran kioscos, almacenes, polirrubros. Hasta 2015 teníamos 120.000 kioscos funcionando", agregó.
De cara al año electoral, Palacios dijo que en el sector esperan que las políticas estén claras hacia el comercio interno. "Es decir, hacia las pymes y el comercio minorista; dándoles créditos accesibles y reducción de las tasas de los bancos para que el consumo interno se reactive", reclamó.