Domingo 30 de abril de 2017.
Hay una explicación: es que hay una especie que se llama Aedes Albifasciatus que se reproduce en los charcos de lluvia y sobrevive a zonas mucho más frías que Buenos Aires, incluso pueden aguantar las temperaturas de Tierra del Fuego.
Este suceso, que ya genera picazón y molestias y obliga a desempolvar el repelente que muchos ya habían guardado, coincide con la aparición de un artículo que fue publicado por un medio estadounidense. En la nota se intenta responder a uno de los cuestionamientos más populares acerca de los insectos voladores y su predilección por cierta sangre: ¿Por qué algunas personas reciben más picaduras que otras?
Según la investigación difundida en las últimas horas en el portal Shutterstock, una serie de cinco factores convierten a una persona en más o menos propensa a ser picada por mosquitos, todos ellos vinculados a reacciones químicas.
El tipo de sangre: un reciente estudio sugiere que quienes tienen sangre tipo O son más propensos a ser picados que personas con otros tipos de sangre. Según señalan en la investigación, un azúcar que se encuentra en el tipo de sangre O es lo que la convierte en más "apetecible" para los mosquitos.
El Dióxido de carbono: otro de los elementos que hace la diferencia para los mosquitos a la hora de elegir una víctima en el CO2. Este elemento que emana del cuerpo de las personas junto al olor corporal es un indicador para ser visibilizado. Es por ello que quienes respiren mayores caudales de aire, por ejemplo durante la actividad física, serán blanco de muchas de las picaduras.
El Ácido láctico: la investigación demostró que los mosquitos de la fiebre amarilla son significativamente más atraídos por aquellos que tienen más ácido láctico en la piel, una sustancia que se desprende después de realizar actividad física intensa. Este tercer elemento y el segundo, la emisión de dióxido de carbono, sugieren que quien realice algún tipo de esfuerzo físico será más propenso a ser picado.
El embarazo: La gestación es otro de los causantes de un mayor número de picaduras. Es que durante el embarazo, la mujer no sólo aumenta la respiración un 21% más sino que además aumenta al menos 0,7 grados su temperatura corporal, una reacción que la convierte en un blanco más identificable por los temibles insectos.
La cerveza: Finalmente la ingesta de cerveza es el quinto elemento que, según la ciencia, es un llamador de mosquitos. Si bien muchas investigaciones no establecen una relación directa entre el alcohol y las preferencia de los mosquitos, la mayoría coincide en que los azúcares en sangre de esta bebida es lo que buscan los mosquitos. Así lo demuestra un reciente estudio que contó con la participación de 13 individuos. Cada uno de ellos ingirió 350 ml de cerveza con 5,5 por ciento de graduación alcohólica y el número de picaduras aumentó significativamente.