22 noviembre 2024

UNA "CHANCHADA" EL 2017

chancho

Lunes 26 de diciembre de 2016.

Trabajadores del sector porcino atravesaron un 2016 con múltiples complicaciones debido a un combo de malas decisiones políticas que hicieron desaparecer a un 20% de pequeños productores. Además, alertan sobre las fallas en los controles sanitarios de los alimentos que ingresan al país y los problemas de salud que esto podría ocasionar

Se acercan los últimos días del calendario y, junto con las celebraciones religiosas, en estos momentos los festejos se suman a los balances de lo sucedido a lo largo de los últimos doce meses. Sin embargo, paradójicamente, los productores de uno de los principales alimentos de las fiestas de fin de año tienen poco para celebrar.

Este 2016 fue un período plagado de complicaciones para la producción porcina, y los representantes del sector, con los que este diario pudo dialogar, apuntan principalmente a un conjunto de medidas políticas que perjudicaron de manera directa al sector.

La quita de retenciones al maíz, que generó el incremento de los costos de producción, la suba del tipo de cambio, el desmedido aumento de las importaciones y la caída general del consumo son algunos de las medidas que afectaron fuertemente a los productores.

Desde diferentes organizaciones agrarias denuncian que no hubo una planificación respecto al sector y reclaman mayores controles sobre el ingreso de carne de cerdo del exterior. Además, advierten por la comercialización de alimentos que vienen congelados desde destinos internacionales que se venden como productos frescos en los comercios.

 

Para Omar Príncipe, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), “en varios sectores, como en el porcino, el Gobierno ha cambiado las reglas del juego”. “Una de las cosas que más afectaron fue la quita de retenciones al maíz, que tuvo un impacto en cuanto a los costos, ya que triplicó el valor de este insumo. También la devaluación aumentó los costos”, señaló Príncipe

“Una gran cantidad de productores, ante la imposibilidad de enfrentar esta situación, vendieron sus cachorros y hubo una gran desventaja con la apertura de importación de carne de cerdo de otros países”, resaltó.

Por parte de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA), su presidente Alberto Kahale consideró que para los productores de cerdo “es un año muy malo”.  “No creo que sea como 2001, donde el país estaba en llamas, pero con respecto a 2015 y 2014 estamos mucho peor”, manifestó.

Desde esta organización calcularon que un 20% de los pequeños y medianos productores se vieron obligados a dejar la actividad. En tanto, Juan Uccelli, titular de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), lamentó la situación de muchos establecimientos que dejaron de producir. “Que se haya ido un productor porque no pudo competir es un error, es una barbaridad”, sostuvo.