El hombre había amenazado a su expareja con matar a las tres niñas y quitarse la vida si la mujer no retomaba la relación con él. Ante la negativa, ató a sus hijas a su cuerpo y se lanzó al Paraná.
Una verdadera tragedia se develó este viernes por la tarde, cuando pescadores encontraron cuatro cuerpos flotando en el río Paraná, sobre la parte perteneciente a Paraguay, a la altura de Mayor Otaño, frente a la ciudad argentina de Eldorado, en Misiones.
Los efectivos de la Marina paraguaya recuperaron los cadáveres de un hombre de unos 30 años y tres niñas que estaban atadas al cuerpo de quien sería su padre con una cuerda.
Tras la verificación de las identidades, se informó que los cuerpos pertenecían a Rafael Ortiz, de 29 años, y de sus hijas, Emma Sofía de un año; Liz Araceli, de 5; y Fátima Mabel, de 7, quienes habían sido reportados como desaparecidos días atrás.
Ortiz, quien había sido denunciado por su expareja por el presunto rapto de las niñas, había amenazado a la madre de las menores que se quitaría la vida y mataría a sus hijas si la mujer no retomaba su relación con él.
Tras esa amenaza, el hombre fue visto por última vez el 3 de noviembre cuando retiró a las chicas de la casa de su madre con la promesa de devolverlas el domingo 5, en el marco del acuerdo judicial para la tenencia compartida. Sin embargo, tras el encuentro, comenzaron las amenazas, generando alarma en su expareja, quien alertó a las autoridades sobre la situación.
Aunque el sujeto y las tres pequeñas fueron buscados, no se supo nada de ellos hasta la tarde de este viernes, cuando los cuatro cuerpos fueron encontrados atados entre sí, flotando en el Paraná. De esta forma, se confirmó la sospecha de que Ortiz finalmente cumplió con su amenaza de lanzarse al río junto a sus hijas.
Según declaraciones del fiscal Édgar Benítez, la disposición de los cadáveres y la presencia de una soga indica que Ortiz podría haber atado a sus hijas a su cuerpo antes de arrojarse al agua.
La tragedia también arrastra a familiares del hombre. La Fiscalía imputó al abuelo de las niñas y al conductor de la canoa en la que Ortiz fue visto cruzando hacia el lado argentino. Ambos están bajo investigación, el primero por presunta complicidad y violación del deber de cuidado, y el segundo por facilitar el transporte.
Las autoridades aún están en el proceso de realizar autopsias y análisis forenses en los cuerpos. En tanto, se investiga la situación de violencia doméstica de las cuales eran víctimas tanto la madre como las pequeñas y que desencadenó en un macabro hecho y su posterior hallazgo en el río Paraná.
