8 noviembre 2024

La Iglesia Católica celebró el fallo de la Corte Suprema contra la maternidad subrogada

Desde el Equipo No a la Trata impulsan “una regulación que prohíba esta nueva forma de trata de mujeres que son usadas como una especie de incubadora de descarte".

El 24 de octubre último y tras casi diez años de debate, la Corte Suprema dio su definición sobre la interpretación de las normas del Código Civil y Comercial sobre filiación y maternidad subrogada.

En concreto, los ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti fallaron que en nuestro país no se pueden realizar vínculos filiatorios como ocurre en los contratos de maternidad subrogada, mientras que Juan Carlos Maqueda votó por hacer lugar a la causa caratulada “S., I. N. c/ A., C. L. s/ impugnación de filiación”.

Los actores de la demanda –un matrimonio de dos varones subrogantes de un niño– exigían desconocer la maternidad de quien gestó y dio a luz a su hijo en forma subrogada y registrarse ellos solos como padres.

La Iglesia celebra el fallo de la Corte Suprema

Maternidad subrogada.

Maternidad subrogada.

Ahora, para el Equipo No a la Trata, que integra la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), hizo público su respaldo al fallo de la Corte Suprema de Nación, definiéndolo como “ejemplar”.

María José Binetti, del Equipo No a la Trata, expresó por la señal de noticias C5N que recibieron “con gran satisfacción el fallo reciente de la Corte, el primero y fundamental en la materia, que impidió borrar a la madre y la relación materno-filial que es la condición esencial de la persona humana”.

Además, Binetti aseguró que No a la Trata, un grupo de laicos y religiosos de distintos sectores del catolicismo, impulsará “una regulación que prohíba esta nueva forma de trata de mujeres que son usadas como una especie de incubadora de descarte. Por eso no cabe legalizarla”, sentenció.

Y concluyó con que “la única regulación posible es su tipificación como delito de trata. Esta práctica en sí misma es trata y tráfico de personas que es usar una mujer para producir hijos que serán entregados y cosificados”.

La investigadora del CONICET en Filosofía, Binetti sostuvo que “los niños no son objetos de producción, para fabricar con genes, para luego depositar a forma de comodato en un útero y me sea devuelto como niño. Los niños no son una cosa, no son un objeto, por eso no pueden ser traficados, ni vendidos como objetos para satisfacer deseos personales”.

Como se sabe, la posición del papa Francisco es la prohibición de la llamada “maternidad subrogada” por “ser una forma de deshumanización y mercantilización de la vida”.