28 octubre 2024

Crimen en Alberti: la víctima habría sido asesinada seis días antes del hallazgo

Carlos Roberto Guardia (63) fue asesinado por Daniel José Ramírez (21), quien le fracturó el cráneo y lo acuchilló. Ambos convivían en una casa prestada. El atacante huyó hacia un pueblo del Chaco, adonde lo detuvieron.

 

 

Carlos Roberto Guardia (63) y Daniel José Ramírez (21) llevaban tres meses conviviendo en una casa que le habían prestado temporalmente al primero en la ciudad de Alberti, en el centro-norte bonaerense. El mayor trabajaba como albañil. El más joven, en un criadero de cerdos.

El vínculo entre ambos estalló, por razones que todavía no están claras. Lo que sí se sabe es que «El Chaqueño» asesinó a Roberto, envolvió su cuerpo en una frazada y lo arrojó en un pozo ciego.

Ramírez huyó. Llegó hasta su pueblo, Pampa del Indio, en el extremo norte del departamento Libertador General San Martín. Es la segunda localidad más habitada del distrito (más de 5.600 personas) y la conocen como «la capital de la hortaliza». Allí lo detuvieron.

En el procedimiento trabajaron la comisaría de Alberti, la Sub DDI de Bragado, las policías de Mercedes y del Chaco, por instrucciones del fiscal Pedro Illanes (UFI N° 3) y del juez Marcelo Enrique Romero, del Departamento Judicial Mercedes. También colaboró la jueza chaqueña Ana Rubio.

Guardia nació en Paraná. Se la rebuscaba como albañil para ganarse el mango y así vivía, en el día a día. Vivió un tiempo en Neuquén, donde tuvo a su hija, Soledad, hoy de 37 años. Había decidido instalarse en Alberti y tramitar la jubilación.

Hace dos meses, Soledad tuvo una situación complicada de salud y él no dudó en acompañarla. «No bien se lo dije, se vino a dedo para acá porque no tenía para el pasaje. Así era él», le dijo la mujer a Clarín.

Roberto no era de usar mucho el celular. No lo entendía y apenas era de mandar mensajes. El 10 de octubre fueron los últimos diálogos por esa vía con su hija.

«Era muy tranquilo. A mí jamás me levantó ni la voz, por ejemplo. Era así, tranquilo, no buscaba problemas», señaló Soledad, quien ahora reclama justicia: «No sé por qué el asesino habrá actuado así, con esa maldad, quisiera saber qué fue lo que pasó en realidad, y que pague por lo que hizo, nada más».

Según pudo sabersw, el crimen ocurrió dentro de la vivienda que compartían Guardia y Ramírez, quien se fue del lugar el miércoles 16 de octubre, en Cornelio Saavedra al 600. La escena fue lavada para ocultar rastros.

La Policía llegó al lugar el sábado pasado por la denuncia de un vecino que vivía en la misma construcción y halló el cadáver flotando en el pozo ciego, a un metro y medio de profundidad, tapado con chapas.

La víctima no tenía signos de defensa. Por eso, creen que fue un ataque a traición. Su asesino lo sorprendió, lo golpeó con un objeto contundente en la cabeza y le fracturó el cráneo. Luego le clavó un cuchillo o una daga a la altura de la mandíbula. Fue una herida muy penetrante que le hizo volar algunos dientes.

La data de muerte fue de cinco a seis días previo al hallazgo del cuerpo. La autopsia estableció que el albañil sufrió un paro circulatorio cerebral y un shock neurogénico tras un traumatismo cráneo encefálico grave.

Investigan además si los dos tenían problemas de adicción a las drogas.