16 octubre 2024

Una esperanza para la cura de dos de las principales causas de pérdida de visión

Mientras que la DMAE es una de las principales causas de ceguera en personas mayores, el EMD es una complicación común en pacientes con diabetes.

La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) y el Edema Macular Diabético (EMD) son dos enfermedades oculares que, si no se tratan adecuadamente, pueden llevar a una pérdida significativa de la visión. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó recientemente el nuevo uso de una droga que representa un avance innovador en el tratamiento de estas patologías, ofreciendo una solución más efectiva y cómoda para los pacientes.

Se trata de Aflibercept 8 mg, en lugar de la de 2 mg disponible desde 2015, una molécula inyectable de Bayer que ofrece la posibilidad de espaciar las aplicaciones, pasando de un régimen mensual a un intervalo de hasta 20 semanas. Este avance mejora significativamente la adherencia al tratamiento, lo que se traduce en mejores resultados visuales y mayor comodidad para los pacientes, quienes ya no tendrán que asistir con tanta frecuencia a consultas médicas.

Según la doctora Gabriela Gay, especialista en retina, este avance representa un "gran logro para mejorar la calidad visual de los pacientes", reduciendo la carga de tratamiento tanto para los afectados como para el sistema de salud. Espaciar las aplicaciones facilita que los pacientes continúen con el tratamiento, un factor clave para el éxito terapéutico en estas enfermedades, donde la adherencia suele ser baja.

Por su parte, el doctor Arturo Alezzandrini, presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vitreo, resaltó la gravedad de no tratar a tiempo el DMAE y el EMD. Mientras que la DMAE es una de las principales causas de ceguera en personas mayores, el EMD es una complicación común en pacientes con diabetes. Ambos pueden ser devastadores si no se diagnostican y tratan oportunamente.

El lanzamiento de Aflibercept 8 mg no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también reduce costos y carga en los servicios de salud, gracias a la menor frecuencia de aplicaciones y estudios complementarios. Este nuevo tratamiento promete ser un punto de inflexión en el manejo de enfermedades oculares, ayudando a preservar la visión y, en última instancia, la calidad de vida de millones de personas.