El episodio ocurrió en 2022. La banda es liderada por "La Reina del Sur". Sus dos hijos también están imputados.
En enero de 2022, una avioneta arrojó 300 kilos de cocaína en un campo rural de Pergamino. El operativo que siguió a la exhaustiva investigación llevada a cabo por el fiscal federal Matías Di Lello, a cargo de la Sede Fiscal Descentralizada de San Nicolás, desmanteló una organización narcocriminal liderada por Marisol Saavedra Chungara, una mujer de nacionalidad boliviana, ed 54 años, conocida como "La Reina del Sur", con domicilio en el porteño Barrio 1-11-14 de Flores
Un total de cinco personas irán a juicio oral acusados del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, en el marco de una causa conocida como el “narcobombardeo” de casi 300 kilos de cocaína desde una avioneta en un campo de Pergamino. El debate aún no tiene fijada una fecha, pero estará a cargo del Tribunal Oral Federal N°3 de Rosario.
La principal acusada quedó mencionada en las escuchas telefónicas de la causa con el apodo de “la Reina del Sur”. Para Di Lello, debe ser juzgada como “organizadora y financista de una cadena destinada al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes”. En tanto que los otros cuatro imputados son dos de sus hijos, Juliana y Mauricio Justiniano Saavedra; Elves García de Olivera, de nacionalidad brasileña; y Denicio Zacarías Reyes, paraguayo.
Di Lello solicitó en su requerimiento de elevación a juicio que todos sean juzgados como coautores del delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en la modalidad de comercialización y transporte agravado por la intervención organizada de tres o más personas.
En concreto, un comisario inspector de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Pergamino declaró que tenían la información de que había varias personas de la ciudad de Buenos Aires recorriendo la zona, buscando predios rurales propicios para poder recoger bultos con droga que serían arrojados en avionetas desde el aire.
Al fundamentar la requisitoria de elevación al juicio y describir los roles de los acusados, el fiscal Di Lello, hizo un recorrido por la instrucción de la causa. En primera instancia, señaló que los propios imputados “reconocieron su presencia en el lugar donde fueron detenidos” y que es “donde se produjo el ‘bombardeo’ de drogas aquí investigado”.
Di Lello manifestó que durantes los descargos, los acusados “dieron explicaciones inverosímiles”, como ser que irían a buscar químicos (Marisol), que recogerían alimentos para perros (Juliana), que ignoraban las razones de su desplazamiento (Mauricio) o que estaban haciendo una changa cargando productos farmacéuticos.
Por su parte, Zacarías Reyes fue más allá y dijo que no se encontraba en Rancagua al momento del hecho y que solo viajó a reclamar su camioneta, que estaba en manos de los detenidos en razón de un contrato de locación.