"Hay muchos mediocres que frente al 52,9% de pobreza se pusieron a buscar culpables", dijo el arzobispo de Bueno Aires, Jorge García Cuerva, en la misa central frente a la basílica de Luján, tras la peregrinación juvenil.
"No nos rindamos a ser hermanos, a buscar soluciones juntos, a construir una Patria más justa y más fraterna, a liberarnos de prejuicios, odios y enfrentamientos estériles, a seguir confiando nuestras vidas a la Virgen de Luján, que desde hace 50 años el primer fin de semana de octubre, recibe a cientos de miles de peregrinos a quienes abraza con su corazón de Madre, y nos anima a seguir caminando en la vida, cansados, pero no abatidos, golpeados, pero con esperanza y sin bajar los brazos", agregó.
En la misma línea, el arzobispo Jorge García Cuerva sostuvo: "La peregrinación es una marcha con otros, no caminamos solos, aunque quizás haya habido momentos de meditación personal o tramos caminados un poco más a solas, vivimos una experiencia muy profunda: la secreta alegría solidaria de que 'todos vamos para el mismo lado'".
"Madre, bajo tu mirada: mirada silenciosa que dice más que muchas palabras. Nos miras con ternura, sin juzgar ni reprocharnos nada. Tu imagen parece tener los parpados caídos, como las madres agotadas que por las noches salen a buscar a sus hijos a las calles y pasillos de los barrios atrapados por la droga. Ojos cansados de Madre al pie de la cruz de sus hijos enfermos, de sus hijos jóvenes angustiados por no poder concretar sus proyectos de vida, y de sus hijos que no llegan a fin de mes para alimentar a sus familias", continuó.
E indicó: "Pero nunca ojos cerrados, porque ella sigue guiando e iluminándonos con su mirada. Ella sabe que, al mirar así hacia abajo mira nuestra fragilidad, incluso, parece que nos sigue con su mirada donde quiere que nos coloquemos".