Las autoridades judiciales y el Ministerio Público Fiscal bonaerense consideraron que “actuaron correctamente” y no dieron lugar al reclamo de Pablo Ventura contra el Estado por el caso Báez Sosa.
Pablo Ventura estuvo cuatro días detenido acusado de haber participado en el crimen de Fernando Báez Sosa en Pinamar, sin embargo, poco después se comprobó que ni siquiera había estado en esa ciudad y fue liberado. Por esa acusación falsa, el joven demandó al Estado por 10 millones de pesos, ya que había sido inculpado de manera injusta.
El pedido había sido presentado en noviembre de 2021 por su abogado Marcelo Olmos, quien definió como “infundada e injusta” la captura del joven de Zárate que permaneció preso durante cuatro días. Su aprehensión se concretó luego de que los rugbiers involucrados en el hecho lo mencionaran como parte del grupo que golpeó brutalmente a Fernando a la salida del boliche Le Brique. Sin embargo, las autoridades judiciales y el Ministerio Público Fiscal bonaerense consideraron que “actuaron correctamente” y no dieron lugar al reclamo.
Por otro lado, el fallo señala que el Estado no tuvo responsabilidad en la “pérdida de la libertad y la alteración de la paz” de Ventura, ni en “la exposición pública resultante, con la consecuente violación de su privacidad e intimidad”.
Asimismo, el poder judicial, agregó: “Se ha entendido que el error judicial puede tener su origen en una actuación ilegítima por parte del funcionario interviniente o simplemente en un pronunciamiento que presente marcados sesgos de arbitrariedad”.
Además, el abogado del joven había denunciado el accionar del Ministerio Público Fiscal al comienzo de la investigación por el caso de Báez Sosa y lo acusó de que “sin detenerse siquiera a evaluar la seriedad y procedencia del ‘dato’ hizo suya la versión del personal policial y con estos elementos paupérrimos e infundados ordenó la detención de su cliente”.
En ese sentido, Olmos describió el sufrimiento por el que pasó su representado y se explayó: “Tras llegar a Villa Gesell y encerrarlo en un calabozo “fue alojado en un comedor, en donde había una mesa y un jergón en el que dormía, siempre amarrado al caño”.
Por último, Ventura exclamó que “fue ofendido en su honor y en su dignidad por haber sido injustamente acusado de un delito y se vio impedido de realizar actividades sociales en su vida de relación durante mucho tiempo. Además de haberse abusado de su imagen en los canales de televisión”.
