Advierten que el uso de preservativo ha caído al 15% de las relaciones sexuales en el país, impactando en el incremento de casos de sífilis. Existe mayor riesgo de contagio que décadas atrás.
La tendencia creciente de casos de sífilis en Argentina ha llegado a un pico histórico y la curva aún es ascendente, según revelan datos del Boletín Epidemiológico de la SE34, publicado por el Ministerio de Salud de la Nación. Del documento oficial se desprende que a partir del año 2022 con el cambio de modalidad de notificación -que se basa a partir de entonces en registros nominales- se retomó la tendencia ascendente de casos y tasas del período de 2011-2019, llegando a una tasa de notificación que supera los 69 casos cada 100.000 habitantes que siguió en aumento en 2023, año que superó la cantidad de contagios de las últimas décadas.
El dato más preocupante es que en 2023 se registró la mayor cantidad de contagios de las últimas tres décadas. En total se notificaron 32.293 casos, es decir, el alarmante número de 88 por día. Se trata de un incremento del 42% con respecto a 2018, cuando la marca había sido de 22.734 casos.
En cuanto al año 2024, el análisis preliminar de las notificaciones recibidas hasta la SE33 se registra una ligera disminución en el número total de casos respecto al mismo período del año 2023, ya que en ese año hubo 20.183 casos notificados, mientras que en 2024 se notificaron 19.919 casos.
Especialistas señalan que la falta de uso de preservativo es una de las principales causas de contagio. El director científico de Aids Healthcare Fundation (AHF) para Latinoamérica y el Caribe, Miguel Pedrola dijo en Clarin que 10 años atrás este método de prevención se utilizaba en el 37% de las relaciones sexuales. Pese a la mayor información existente sobre las enfermedades de transmisión sexual, el especialista aseguró que en la actualidad el uso de profilácticos está por debajo del 15%, según la encuesta de riesgo HF a nivel país.
El Boletín Epidemiológico oficial afirma que la creciente tendencia se debe a "cambios en los procedimientos de vigilancia, la integración creciente de efectores al proceso de la vigilancia como las estrategias para mejorar el acceso al diagnóstico como una medida de salud pública que permita tratar de manera oportuna los casos e interrumpir cadenas de transmisión, todo lo cual puede influir en profundizar el aumento de notificaciones, junto con el aumento de la incidencia de sífilis en la población".
Cómo evolucionó la sífilis en Argentina
En el periodo 2018-2023 contemplado por el informe, en Argentina se notificaron al sistema nacional de vigilancia un total de 129.620 casos de sífilis. Mientras que en 2018 se registró la mayor tasa de notificación en la región Centro, con 61,9 casos cada 100.000 habitantes, y la más baja en la región NOA con 20,9; en 2023 la mayor tasa de notificación la registró la región Sur con 90, seguida por Cuyo con una tasa de 89 y en último lugar la región Centro con 63 casos cada 100.000 habitantes.
Además, la diferencia de tasas entre 2018 y 2023 en todo el país fue de 18 casos cada 100.000. Este dato varía observando región por región. La diferencia entre ambos años en la región Centro fue de sólo 2 casos cada 100.000 habitantes, en Cuyo subió a 39, en el NEA a 46; en el NOA a 52 y en la región Sur a 56.
En cuanto los grupos de edad más afectados, en 2023 el mayor número correspondió al grupo de 20 a 24 años, seguido del de 25 a 29 años y el de 30 a 34 años, con tasas de incidencia de 219, 185, y 126 casos cada 100 mil habitantes respectivamente. Respecto a la distribución según el sexo, se ve un predominio del femenino, con un 55,4%, fundamentalmente entre los 15 y 39 años. Y a partir de los 50 años el mayor número de casos corresponde al sexo masculino.
Los síntomas y etapas de la sífilis
La sífilis es una de las enfermedades de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema Pallidum, cuyo principal reservorio es el humano, y que se adquiere principalmente por contacto sexual con una persona infectada (generalmente por el contacto con úlceras infecciosas presentes en la región genital, el ano, el recto, los labios o la boca); por transmisión perinatal por vía transplacentaria o durante el parto, o por transfusión de sangre. La transmisión sexual ocurre típicamente durante la sífilis primaria, secundaria o latente temprana.
La evolución natural y sin tratamiento de la sífilis se divide en etapas:
- Sífilis temprana: transcurre dentro del primer año de adquirida la infección e incluye los siguientes estadios: sífilis primaria, sífilis secundaria y sífilis latente temprana.
- Sífilis tardía: transcurre luego del primer año de adquirida la infección e incluye los siguientes estadios: sífilis latente tardía y sífilis terciaria.
- Neurosífilis: transcurre en cualquier estadio de la infección de manera sintomática o asintomática
En la primera etapa de la sífilis temprana aparece una úlcera indolora llamada chancro, lo que puede ocurrir en la boca, el ano, el pene o la vagina. En la segunda etapa pueden aparecer erupciones cutáneas en tronco, manos y plantas de pies; fiebre; inflamación de ganglios y malestar general. Y en la tercera, complicaciones graves como daño a los órganos internos, huesos, corazón y al sistema nervioso.
Además, de uno a cuatro pacientes no tratados pueden padecer neurosífilis en cualquiera de las etapas de la enfermedad. La infección se cura con la administración de antibióticos, cuya dosis y duración del tratamiento varían según la etapa de la infección. Detectarla es clave para tratarla a tiempo, prevenir complicaciones y evitar la transmisión.
La elección del método diagnóstico dependerá del estadio de la enfermedad, de la presentación clínica y de los antecedentes epidemiológicos. La sífilis es considerada un problema relevante de salud pública, que dispone de medidas eficaces para su prevención, diagnóstico, tratamiento y control. El desafío sanitario es la organización integral e implementación de la respuesta para minimizar el impacto en la salud de la población.