La inflación de junio reflejaría un cambio de tendencia bajista que se observa desde comienzos de año.
Mientras que, según relevaron las principales consultoras del país, el precio de los alimentos prácticamente no se modificó en la primera semana de junio, en los últimos siete días volvieron a acelerarse, lo que dio ligar a proyecciones que vuelven a poner al Indice de Precios al Consumidor a la suba.
La consultora LCG analiza semana a semana la tendencia de aumentos en alimentos y bebidas, rubro clave, ya que es uno de los que más incidencia tiene en el porcentaje final del IPC. En el reporte se detalla que la inflación volvió a acelerarse 1,5 puntos porcentuales respecto a los primeros siete días de junio.
El leve aumento de Carnes, durante la segunda semana de junio, moderó la suba general. La variación de precios de alimentos y bebidas “descarnizado” sería del 2% semanal.
Las variaciones de precios presentaron alta dispersión respecto a la semana anterior. En tanto, el porcentaje con aumentos se aleja del porcentaje de productos con bajas, dejando atrás el emparejamiento de las semanas previas.
Tanto la inflación promedio mensual como la medida contra las puntas aceleraron y alcanzaron el 3,6% y 4,8%, respectivamente. La segunda semana de mayo parece haber marcado un piso en la desaceleración.
En este corte de medición, Carnes y Lácteos explican 60% de la suba mensual. Bebidas y Panificados aportan otro 30%. La baja de Frutas resta 10% de inflación.
Conocida la cifra de mayo, y prácticamente avanzada la primera quincena de junio, comienzan algunas estimaciones respecto de cómo se mueven los precios este mes.
Aldo Abram, economista y director Ejecutivo de Libertad y Progreso, analizó: “Estimamos que en junio tendrá mayor incidencia la actualización de tarifas, con lo cual podría cortarse la desaceleración del índice de precios. Probablemente termine aportando algún punto adicional sobre la inflación general. Por su parte, el incremento en combustibles no tendría una incidencia significativa en el próximo mes”.
Desde LCG estimaron que posiblemente la inflación de mayo sea un piso transitorio. En este sentido, indicaron: “En junio computarán los aumentos de transporte (subtes en CABA, a mediados de mayo y otro ajuste en junio), naftas, y electricidad y gas (ajustes en la parte de generación, con transporte y distribución todavía suspendido) y, nuevamente prepagas”.
Y se completa en el reporte: “Entendemos que la notable desaceleración de la inflación se explica por el desplome de la demanda y por la apelación (nuevamente) al uso del ancla cambiaria como medida antiinflacionaria. Seguimos sosteniendo que el verdadero test para ver si entramos en un nuevo régimen de inflación más baja deberá hacerse con la actividad repuntando y los salarios recortando la caída de los últimos tiempos. Recién ahí podremos ver si las expectativas inflacionarias están realmente ancladas”.
La consultora EcoGo, en tanto, vaticinó que “la inflación de junio se ubicaría así en 6,1% mensual. El dato es todavía preliminar y está sujeto a modificaciones. El aumento respecto al mes anterior responde a los incrementos registrados en servicios regulados –que en mayo fueron congelados-, destacándose las subas en tarifas de gas, electricidad, agua, combustibles y prepagas”.
Por su parte, C&T Asesores Económicos realiza un relevamiento de precios para la región del Gran Buenos Aires. Cabe destacar que, si bien esta medición es específica de una región, el GBA tiene un peso importante en el total del IPC nacional. Es casi la mitad. Por lo que una alta inflación en esta zona impactaría directamente en la general.