Un grupo de productores y trabajadores rurales de la zona del norte del partido de Pehuajó salen por las noches a hacer guardia armados con camionetas con reflectores para tratar de evitar la matanza de ovejas, terneros y hasta vacunos grandes. Esto ocurre casi todas las noches provocando grandes pérdidas económicas a los productores.
No es ésta la primera vez que aparecen un pumas en la zona por cuanto ya se han divisado ejemplares similares como también han aparecido muertos a la vera de la ruta, presuntamente atropellados por camiones.
Son grandes, pasan los alambrados sin problemas y constituyen un peligro para el ser humano, que si bien huyen ante la presencia humana, si se ven acorralados atacan.
La gravedad está alterando la vida de los productores de la zona. Se cree que se trata de una hembra Puma que le está enseñando a cazar a sus cachorros, ya que no matan para comer, como suele creerse. Matan y dejan el tendal de victimas en el campo.
Cuentan algunos productores que salen de noche con rifles a tratar de dar con los dañinos animales salvajes, que los límites de las propiedades con sus alambrados hacen imposible perseguirlos. Se escabullen rápidamente y creen que tienen su guarida en campos sin trabajar en la zona del y 13 de abril y El Coronel, muy cerca del partido de Carlos Casares.
Por otro lado se ha dado aviso a las autoridades policiales y de Fauna, pero nada se ha hecho hasta ahora y el problema persiste sin solución a la vista. Además, todos son reacios a dar información si han logrado cazar alguno, ya que temen ser sancionados. Pero nadie se hace cargo de las perdidas.
EL REGRESO DE UN FELINO IMPRESIONANTE
Si bien hacia mediados del siglo XX el puma (Puma concolor) desapareció por completo de la ecorregión pampeana de la Argentina como consecuencia fundamentalmente de la pérdida de su hábitat natural y de su caza indiscriminada, afortunadamente, un reciente estudio afirma que, en los últimos años, el más adaptable de los felinos está regresando a sus lugares de origen en la provincia de Buenos Aires.
“Entendemos que las apariciones están vinculadas al desplazamiento del hábitat que tienen los pumas por cuestiones como el avance de la agricultura o los incendios forestales. También suelen asomar cerca de la costa, en zonas de médanos”, explicó Melina Manso, directora de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, en una entrevista con DIB.
Según datos oficiales, actualmente la especie ha sido registrada en más de 70 partidos de la provincia de Buenos Aires, como Balcarce, Bahía Blanca, Capitán Sarmiento, Carlos Casares, Mar del Plata, Punta Alta, Tandil, Lezama, Villa Gesell y ahora en Castelli, entre otros.
¿QUÉ HACER ANTE LA APARICIÓN DE UN PUMA?
Existe un protocolo de acción y algunos consejos a seguir ante el encuentro potencialmente peligroso con un puma.
Entre las recomendaciones sugieren:
- -No acercarse, mantener la calma, mirar hacia el puma y levantar los brazos para aparentar ser de mayor tamaño.
- -Intentar verse lo más grande posible. “La idea es convencer al puma de que usted no es una presa y que puede ser un peligro para él”, señalan.
- -Dar la oportunidad al puma para salir, no acorralarlo. El puma es un animal calmo que evita la confrontación por lo que se sugiere retroceder lentamente y asegurarse de que el animal tenga una vía de escape.
- -No huir, porque puede desencadenar un ataque desde atrás.
- -Si hay niños, alzarlos para que no cunda el pánico y evitar que salgan corriendo. Al hacerlo no agacharse porque esto puede generar una imagen de presa para el depredador.
- -No agacharse, ni ponerse en cuclillas porque esto puede verse similar a una potencial presa de cuatro patas.
- -Vocalizar, hablar con calma y regularidad. Si el puma se aproxima, ser agresivo.
- -Si el puma se acerca, ser agresivo, parecer amenazante, agitar brazos, camperas, emitir gritos.
- -Si nada de esto resulta, recomiendan tirar palos, piedras, o ramas. Demostrar un comportamiento agresivo puede frustrar el ataque de los felinos.
- -Dar aviso a las autoridades.