22 noviembre 2024

El Vaticano endureció su postura ante los fenómenos milagrosos y las apariciones

A partir de ahora, solo un Papa puede decir que algo es “sobrenatural”. Ni un obispo local ni el Vaticano podrán emitir "una declaración sobre la sobrenaturalidad de un fenómeno", y a lo sumo podrán conceder un “Nihil obstat” (no hay objeción).

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano emitió un documento en el que restringe y casi anula el campo de la “sobrenaturalidad” de los fenómenos. En otras palabras, la Santa Sede endureció sus opiniones sobre los fenómenos “sobrenaturales”, incluidas las apariciones de la Virgen y de los santos. Según el Dicasterio, este cambio tiene que ver con que “en algunos casos de sucesos de acontecimientos de presunto origen sobrenatural” se detectaron “problemas muy graves que perjudican a los fieles” donde primaron “beneficios, poder, fama, notoriedad social e interés personal”.

De acuerdo con el texto, difundido este viernes y que entrará en vigor el domingo, fiesta de Pentecostés, ni el obispo local ni el Vaticano podrán emitir más “una declaración sobre la sobrenaturalidad de un fenómeno”, es decir, “la posibilidad de afirmar con certeza moral que proviene de una decisión de Dios”. Como máximo, solo podría haber “la concesión de un Nihil obstat” (no hay objeción). La declaración de sobrenaturalidad solo corresponde al Papa y “de manera completamente excepcional”.

Según Vatican News, el organismo de prensa oficial del Vaticano, “en el origen del documento está la larga experiencia del siglo pasado, con casos en los que el obispo local (o los obispos de una región) declararon muy rápidamente la sobrenaturalidad, y luego el Santo Oficio se pronunció de forma distinta. O casos en los que un obispo se expresaba de una manera, y su sucesor de la contraria (sobre el mismo fenómeno). Luego están los largos tiempos necesarios para evaluar todos los elementos para llegar a una decisión sobre la sobrenaturalidad o no sobrenaturalidad de los fenómenos. Tiempos que a veces contrastan con la urgencia de dar respuestas pastorales por el bien de los fieles. Por ello, el Dicasterio comenzó en 2019 a revisar las normas y llegó al texto actual aprobado por el Papa el pasado 4 de mayo”.

Dicasterio
Un importante aspecto de las nuevas normas es que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe -organismo a cargo del cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández– asume una mayor responsabilidad. “Por un lado, permanece firme que el discernimiento es tarea del obispo diocesano. Por otro, al reconocer que, hoy más que nunca, estos fenómenos involucran a muchas personas que pertenecen a otras diócesis y se difunden rápidamente en diferentes regiones y países, las nuevas normas establecen que el Dicasterio debe ser consultado e intervenir siempre para dar una aprobación final a lo decidido por el obispo, antes de que este último haga pública una determinación sobre un evento de presunto origen sobrenatural”, se advierte.

Hasta hoy, la decisión, incluso la primera, confiada al obispo local, estaba entre dos opciones: “Constat de non supernaturalitate” o “constat de supernaturalitate”.

Pero desde 1950, con esta posibilidad de elección restringida, “se han resuelto oficialmente no más de seis casos, aunque los fenómenos han aumentado”.

Seis criterios
A partir de ahora son seis, con diferentes matices, las posibles declaraciones de la Iglesia sobre presuntas apariciones o presuntos fenómenos sobrenaturales: “Nihil obstat“, nada obsta, “Prae oculis habeatur“, confusión y riesgos, “Curatur“, elementos críticos significativos, “Sub mandato“, con los que se expresan dudas sobre las personas que hacen un uso indebido del fenómeno, “Prohibetur et obstruatur“, críticas y riesgos graves, “Declaratio de non supernaturalitate“, con la que se declara la no sobrenaturalidad.

La opción de la declaración de sobrenaturalidad ni siquiera está en la lista porque es un pronunciamiento “excepcional” que solo corresponde al Papa.