Aunque “El Niño” se debilita, prevén lluvias normales para los próximos tres meses en las principales zonas agrícolas.
Tras las importantes lluvias que se dieron durante marzo, y que permitieron darle un respaldo final a los cultivos de gruesa así como recomponer las reservas de cara a la siembra fina, aunque también provocaron problemas en algunas zonas, abril comenzó con precipitaciones no tan abundantes y los pronósticos tanto a corto como a mediano plazo marcan que esta tendencia continuará.
Esto coincide con los informes que se conocieron semanas anteriores y que marcaban que el fenómeno El Niño, que tuvo incidencia clave para recuperar el régimen hídrico tras la catástrofe de la sequía 2022/23, comenzaría a despedirse a medida que avanzara el otoño, y con el riesgo de que a partir de la primavera vuelva La Niña.
No obstante, cabe recordar que la etapa otoñal en Argentina generalmente está marcada por una baja en los niveles de lluvias, y de hecho las perspectivas para abril y para el trimestre hasta junio son de descargas que están dentro de los volúmenes normales en las principales zonas agrícolas; es decir, el centro del país y el sur del Litoral.
Las lluvias a corto plazo
Según la perspectiva agroclimática semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por estas horas se está completando el paso de un “Frente de Pampero” que ingresó en jornadas precedentes, lo que causará precipitaciones abundantes sobre el norte de La Argentina y el sur del Paraguay, mientras que el resto de las zonas productivas recibirán descargas apenas moderadas o escasas.
En concreto, la proyección de la entidad porteña es la siguiente:
El este del NOA, la Región del Chaco, gran parte del Paraguay, Misiones y Corrientes observarán precipitaciones moderadas a abundantes (25 a 50 milímetros), con focos con valores escasos.
El resto del área agrícola observarán precipitaciones escasas (menos de 10 mm), con amplias extensiones de valores nulos.
Del mismo modo, el informe agrometeorológico semanal del Instituto de Clima y Agua del INTA muestra mapas con lluvias que se acumularán en el nordeste del país.
“Para los próximos 6 días se registrarían lluvias y tormentas de variada intensidad sobre el centro y norte argentino. Algunas localmente intensas sobre el norte argentino, donde persistirían las condiciones inestables durante toda la semana”, resume este reporte.
Por su parte, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) prevé que en la zona núcleo haya lluvias a partir de la tarde-noche del sábado, con chaparrones y tormentas aisladas e intermitentes. Luego, a partir de las primeras horas del domingo, las condiciones volverían a mejorar.
El pronóstico trimestral
En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer su Pronóstico Climático Trimestral para el período abril-junio, en el que solo el centro del país y el Litoral figuran en zona de lluvias normales, mientras que en el resto de los territorios se aguarda un déficit hídrico.
Puntualmente, se prevé mayor probabilidad de ocurrencia de precipitación:
(N) Normal: sobre el sur del Litoral, Santa Fe, Córdoba, este de San Luis, La Pampa y oeste de Buenos Aires.
(N-IN) Normal o Inferior a la normal: en el Norte, NOA, Cuyo, el este de Buenos Aires y hacia el este y sur de la Patagonia.
(IN) Inferior a la normal: en el oeste de la Patagonia.
La GEA también sumó su proyección a mediano plazo y precisó que “si bien el Niño se encuentra en su etapa de debilitamiento, camino a la neutralidad, todavía se mantiene activo y este es un factor positivo para que las precipitaciones de los próximos 30 días, por lo menos, se encuadren dentro de las consideradas normales”.
Desde la entidad rosarina avizoran un escenario en el que las mayores descargas en la zona núcleo ocurrirían durante los primeros 10 días de abril, y los acumulados mensuales estarían en torno a los promedios históricos.
El problema es que hay zonas como el oeste de Córdoba, San Luis y La Pampa donde los requerimientos de los suelos son superiores, por lo cual estas lluvias “probablemente no sean suficientes para recomponer los suelos del oeste de la región pampeana”, aunque “todo acopio de agua siempre es útil pensando en la fina”, completó la GEA. (DIB)