Mucho se viene hablando estos días, sobre la seguridad rural. Que hay una zona, que son los mismos productores, que es un robo hormiga, que es un robo menor, etc., etc. El punto es que, mirando 10 años hacia atrás, al día de la fecha, el robo menor se hizo importante.
Los damnificados han perdido más de 100 animales vacunos, cantidad importante de cerdos y el robo de elementos de trabajo (baterías, motosierras, motores, electrificadoras, herramientas de mano, etc.). Todo esto da como resultado un importante método de robo, perpetuado en el tiempo, sin soluciones y con recurrencia en la misma zona y a los mismos productores.
En este mapa, podemos observar claramente y de acuerdo a los testimonios recibidos de los damnificados, y que seguramente falten algunos, la zona más afectada, para poder hacerlo más gráfico y explícito y para que se tome conciencia de la gravedad de la situación.
Más allá del robo material, está el sentimiento de hastío de los productores. Claramente cansados de lo que les pasa una y otra vez, algunos ya no quieren denunciar, otros llegan a un límite más riesgoso de tomar justicia por sus manos, y así se va pasando por distintos estadios, donde la impunidad gana terreno.
Es por eso que, desde Sociedad Rural de Nueve de Julio, hemos estado siempre ocupados y preocupados en los temas de seguridad, pero ahora entendemos que los tiempos y las excusas no tienen más hilo en el carretel, se deben tomar en serio estos delitos y salir a la búsqueda de quienes los cometen.
El productor no puede estar pasando por estas situaciones con su esfuerzo, su trabajo y sus ingresos, debe tener la tranquilidad de poder encontrar sus pertenencias como las dejo el día anterior.
Esperamos que se movilicen los medios necesarios para resolver este problema.
Prensa Sociedad Rural de Nueve Julio