22 noviembre 2024

Advierten sobre el regreso de “La Niña” y una eventual sequía

Desde el INTA advierten sobre el retiro paulatino del fenómeno del “Niño”, asociado con las lluvias, por lo que pronostican un periodo nuevamente de eventual sequía.

Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) advirtieron sobre el retiro paulatino del fenómeno del “Niño”, asociado con las lluvias, por lo que pronostican un periodo nuevamente de eventual sequía para los primeros meses de otoño próximo.

“Para el trimestre febrero-marzo-abril, todos modelos indican un debilitamiento de los valores cálidos de la temperatura del océano Pacífico Ecuatorial”, señalaron desde el INTA y agregaron: “Se espera que El Niño continúe presente durante lo que resta del verano e inicio del otoño, con una transición hacia la fase neutral del ENSO a partir del trimestre abril-junio“.

En esa línea, desde el organismo indicaron que, “posteriormente, la mayoría de los modelos coinciden en indicar la continuación del enfriamiento del océano Pacífico central”. De esta manera, para julio – septiembre de 2024 la mayor probabilidad, más del 60%, se asigna a la fase de la “Niña”.

Sin embargo, el informe del INTA no establece en qué medida podría influir el cambio de fenómeno en la cantidad de lluvias en la región. “Se espera que la Niña comience a prevalecer a partir de septiembre, tras una transición suave de alrededor de tres meses, pero las variaciones de los últimos años tampoco dan una validez segura a esos pronósticos”, aseguraron.

Es preciso señalar que, el Niño consiste en el calentamiento de las aguas superficiales de la región ecuatorial del océano Pacífico y suele estar asociado con el aumento de las precipitaciones en varias zonas de Sudamérica, lo que puede redundar tanto en beneficios para el agro, como en perjuicio, al producirse inundaciones y crecimiento del caudal de los ríos.

Mientras que, el fenómeno de la Niña, a partir del enfriamiento en las aguas superficiales del Pacífico, suele estar asociado a períodos de sequía, como la que en la Argentina provocó pérdidas en la actividad agropecuaria durante 2022-2023 en unos USD 15 mil millones.