En medio de un sistema de salud que se deteriora y se encarece, los que poseen monotributo pelean día a día para que sus aportes obligatorios no caigan en saco roto. Recomendaciones.
Todos los que estén inscriptos en el monotributo saben que hacer valer su pago obligatorio por la obra social no es sencillo ni con las prepagas ni con las de origen sindical. La experiencia de la mayoría es que el pago por ese concepto es casi un dinero perdido. Sin embargo, a partir de la difícil situación económica, cada vez más monotributistas buscan hacer valer su aporte mensual, ya que el sistema de salud no solo se encarece día a día, sino que al mismo tiempo se deteriora.
Con excepción de los monotributistas promovidos (con otra actividad en blanco) que pueden optar por aportar o no, todos los que se encuentran bajo este paraguas tienen la obligación de pagar el componente 24, que es el de la obra social. Este punto es uno de los tres que posee el monotributo, junto con el aporte jubilatorio (componente 21) y el integrado o impositivo (componente 20). Es común que muchos monotributistas mantengan un trabajo en relación de dependencia, con el fin de evitar el pago de la obra social y de la jubilación, al tiempo que buscan cobertura de salud por otro lado, con la consiguiente duplicación de aportes en muchos casos.
Hasta 2022 el aporte del componente 24 era igual para todas las categorías, pero ahora hay una escala proporcional con relación a los topes de facturación. Por este motivo, la categoría A que es la más baja y es la que menos paga por la obra social, hoy debe abonar $6.457 mientras que los de la categoría K, la más alta, pagan $22.155 y el resto se reparte entre esas dos puntas. Desde Monotributistas Asociados de la República Argentina (MARA), explicaron que la modificación de hacer un pago proporcional se realizó porque las obras sociales decían que no afiliaban a este sector por la mencionada paridad entre las categorías.
Sin embargo, los titulares de monotributo se encuentran con una nueva traba y es que los que más pagan, solo tienen un Plan Médico Obligatorio (PMO) que no suele servir de mucho. A esto se suma una situación más compleja y es que los aportes llegan a las cuentas de las obras sociales, sin que haya una contraprestación en la mayoría de los casos. En general, los monotributistas deben realizar varios trámites y sumar grandes diferencias para hacer valer ese aporte.
En el caso del monotributo social, la mitad del componente lo paga el afiliado y la otra parte la aporta el Estado. “Todos los meses las obras sociales reciben sus aportes, aunque no afilien al monotributista y le nieguen cobertura”, subrayó Noelia Villafañe, al frente de MARA.
Pasos para hacer rendir los aportes
Aunque a partir del aporte incremental, la lógica sería que los monotributistas no deberían tener problemas para acceder a la obra social, lo cierto es que todavía poseen todo tipo de trabas. “En primer lugar porque se paga todos los meses y no se lo afilia”, destacó Villafañe quien agregó que el monotributistas es “estafado” con la connivencia del Estado que obliga a aportar a una obra social que no le da cobertura.
Pese a esto y mientras se da pelea para que esto cambie, desde la Asociación de Monotributistas explicaron que los afectados pueden establecer diversas acciones para evitar dicha estafa. La primera tiene que ver con iniciar una acción de amparo de salud para que la obra social a la que aporta lo afilie. “Desde MARA tenemos un convenio con un estudio jurídico que tramita estas acciones sin ningún costo para nuestros asociados”, explicó Villafañe. Recordó que los pasos para unirse a la Asociación que pelea por los derechos del sector están explicitados en su página web: https://www.monotributistasasociados.com.ar/
Lo segundo que puede hacer el afiliado al monotributo para hacer valer su aporte es realizar un traspaso de obra social. Esto luego de verificar que esa organización reciba monotributistas y tenga una buena cobertura.
Como tercera opción está dejar de pagar el componente 24 ya que, aunque genera deuda, prescribe luego de cinco años. Con relación a este último punto y si se solicita un plan de pago, es preciso evaluar la conveniencia de hacer o no debido a que la deuda por obra social más sus intereses se convierten en un costo muy alto que no se traduce en prestación de salud alguna.