Un policía de Quilmes fue acusado de poner una cámara escondida en el interior de un baño químico, filmando a las mujeres que lo utilizaban.
Una mujer guardavidas de la Ribera de Quilmes denunció ante la fiscalía que, en el mes de noviembre, durante su horario de trabajo, pidió permiso para poder ir al baño. El baño químico del que hacen uso policías y guardavidas se encuentra junto al puesto policial de la Ribera.
La denunciante alegó en su denuncia que, delante del baño había un policía y que al momento de ver que ella se dirigía hacia el lugar, entra rápidamente al sanitario diciéndole que el lugar se encontraba mojado ya que el personal de limpieza lo había limpiado.
Cuando el agente se lo permite la joven entra al lugar y cuando está a punto de salir, nota una bolsa negra ubicada en un rincón. Cuando la revisa se da cuenta que dentro había un pequeño dispositivo, el cual tomó para revisarlo.
Al volver a su lugar de trabajo. la guardavidas se da cuenta de que dicho dispositivo era una cámara. Al revisarla nota que tenía varios videos los cuales enfocaban el momento justo en el que se utiliza el baño. Había filmaciones no solo de la denunciante, sino también de otra mujer y en la grabación se podría ver al oficial de turno cuando colocaba dicho dispositivo y también su rostro al momento en que lo habría hecho.
La denunciante también afirmó que no es la primera vez que veía actitudes sospechosas del oficial con respecto a su persona, ya que había notado que anteriormente enfocaría a la joven con su celular mientras ésta realizaba su trabajo.
Con la presentación de estos elementos, la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio número 8 de Berazategui, especializada en cibercrimen y delitos conexos a la trata de personas del Departamento Judicial Quilmes a cargo de Ernesto Ichazo, dictó una orden de restricción de acercamiento.