Tras las dificultades del oficialismo para tratar en el Senado el pliego de Ana María Figueroa, que hoy cumple 75 años y debe jubilarse, la magistrada les comunicó a sus colegas que deja la presidencia de Casación.
Malas noticias para la vicepresidenta Cristina Kirchner, en torno a una de las causas judiciales en su contra que más la preocupan. Es que tras varios intentos fallidos, el oficialismo no logró conseguir el quórum en el Senado para tratar la jubilación de una de las camaristas que debe definir su futuro procesal en la investigación por lavado de dinero.
Se trata de la titular de la Cámara de Casación Penal, Ana María Figueroa, quien cumple los 75 años hoy, 9 de agosto y debe jubilarse. Por lo que solicitó al Congreso un recurso de extensión por otros cinco años más, para permanecer al frente del tribunal.
De hecho, el kirchnerismo negoció a contrarreloj con aliados y cercanos para poder tratar el caso en una sesión especial antes de las elecciones primarias, peros sus esfuerzos fracasaron en tres oportunidades. Por lo que la magistrada finalmente le comunicó a sus colegas que cesará en el cargo a partir de su cumpleaños.
Por lo que a partir del jueves, la presidencia de Casación quedará a cargo de su actual vicepresidente, Mariano Borinsky. Ya que el reglamento indica que sólo puede elegir un nuevo presidente el 20 de diciembre de cada año.
Si bien, la jueza no firmará sentencias anunció que participará activamente dando su opinión sobre los casos que el tribunal aún tiene por resolver. Entre ellos la Cámara se debe pronunciar sobre la situación procesal de la ex mandataria y sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, en la causa conocida como Hotesur-Los Sauces.
En la investigación se acusa a la familia presidencial de lavado de activos y desvió de fondos a través de las sociedades hoteleras fundadas por el matrimonio Kirchner, en Santa Cruz. En esa causa también están involucrados ex funcionarios y empresarios, entre ellos Lázaro Báez y Cristóbal López.
Mientras se espera la resolución del Congreso, ya que hasta fin de año es posible que se extienda la presencia de Figueroa al frente del tribunal Penal, es decir que los intentos del kirchnerismo por rectificar a la magistrada a la que consideran una alidada, ya que en varias oportunidades se pronunció en contra de las causas contra la Vicepresidenta, continuarán.
Cristina quiere que el tema se resuelva antes de dejar el poder el 10 de diciembre, porque si el oficialismo cae en las próximas elecciones, al quedar sin fueros tanto ella como sus hijos deberán cumplir la sentencia que se les dicte. Además, la líder del Frente de Todos, ya tiene una condena de seis años de prisión por corrupción.