De la imagen de una escena cotidiana de la Vicepresidenta junto a su hija y su nieta surgió una frase viral y el impulso de un emprendimiento.
El lunes Florencia Kirchner publicó en sus historias de Instagram una foto de su hija Helena junto a su madre, la vicepresidenta Cristina Fernández, en una tierna escena cotidiana. En la imagen la niña le apoya un pie a Fernández mientras toma un té o un café. Lo curioso fue que muchos seguidores de la dos veces mandataria y su hija repararon en un detalle que quedó expuesto en el centro de la foto: la leyenda de la taza que usó Cristina. “Lágrimas de machirulo”, puede leerse en letras sublimadas en la superficie del objeto color gris.
La frase se viralizó y, horas después, la propia Florencia Kirchner anunció que le habían cerrado la cuenta en Instagram a la joven que tiene el emprendimiento de tazas. “No puedo creer el lío que se armó por la taza, nivel que le cancelaron la cuenta a Sustanciayelegancia”, escribió la joven, dejando la cuenta alternativa de la creadora, @sustanciaaaaa. “De paso les cuento que es mega funcional, ahí tomo café, sopa y a veces como gelatina”, indicó con gracia.
En tanto, la joven que produce las tazas también aprovechó la viralización del producto y la ola influencer en la que entró casi sin querer. A través de Twitter se identificó para hacerse conocer en redes y avisó que recibe pedidos.