El relevamiento indica que uno de cada dos chicos de barrios carenciados tiene problemas de alimentación.
Mientras el Gobierno se preocupa por calmar las protestas sociales con negociaciones y pago de bonos extra, la situación que atraviesan los sectores más vulnerables es cada vez más crítica.
Así lo señaló un informe la organización Somos Barrios de Pies, que integra el Frente de Todos, e indica que la malnutrición en los barrios más carenciados del país aumentó 4,5% en lo que va del Gobierno encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
La organización realizó un diagnóstico nutricional sobre 38.622 niños, niñas y adolescentes (NNyA) que asisten a espacios comunitarios en barrios populares en 16 provincias: CABA, Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
De allí se desprende que uno de cada dos chicos, es decir el 48,6%, sufre problemas de alimentación. Los datos indican que el 24% sufre de obesidad, el 20,9% sobrepeso y el 3,2% déficit de peso.
Además, la “baja talla”, que suele estar relacionada con la desnutrición crónica, alcanza el 6,7%, con una fuerte incidencia en menores de 2 años (20,2%) y de 2 a 6 años (8,9%).
Según indica el relevamiento realizado por la agrupación oficialista, se registró un aumento marcado de la malnutrición con respecto a los datos del 2019, con un promedio de alza de 4,5 puntos, ya que antes del cambio de gestión, el estudio registraba una malnutrición global 44,1%.
“Los altos índices de malnutrición tienen relación directa con el tipo de alimentación de las familias de los barrios vulnerables, altas en hidratos de carbono complejos y grasas saturadas, pero baja en frutas, verduras y carnes magras. Debido al aumento indiscriminado de precios en alimentos la mayoría de las familias redujo el consumo de nutrientes esenciales”, señala el informe.
A lo que agrega que “además, se detectaron altas tasas de inseguridad alimentaria, llegando casi a 1 de cada 4 familias donde algún menor dejó de realizar alguna comida por falta de recursos”.
En los últimos días varias de las organizaciones sociales que responden al Gobierno, reclamaron ante la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, por la escasez de alimentos y la tardanza en las provisiones para los comedores populares.
Tras los reclamos, acordaron la entrega de un bono extra a partir de febrero del 2023, además del envió de bolsones de verduras, producto de la economía popular, para distribuir entre les sectores más débiles de la cadena.