El padre de Lucas Pertossi, uno de los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, habló públicamente esta semana para decir que su hijo "no mató a nadie" sino que está preso por algo injusto" desde enero de 2020 dado que "él solo está filmando" la golpiza que sus amigos le dieron al joven frente al boliche "Le Brique" de Villa Gesell.
Con la perspectiva del juicio al que su hijo y el resto de los acusados deberán enfrentar en enero de 2023, Marcos Pertossi quebró el pacto de silencio que mantienen los familiares de los ocho rugbiers para intentar lavar las culpas del joven, que en febrero cumplió 23 años dentro de la celda de la alcaidía de La Plata donde está alojado desde 2020.
"Él no mató a nadie", dijo Marcos Pertossi en una entrevista con el programa "Telenoche". Para el hombre, "Lucas está preso por algo injusto, siendo que él sólo está filmando" la golpiza, sin atinar a detener a sus amigos ni a ayudar a Fernando Báez Sosa.
De hecho, la fiscalía a cargo de Verónica Zamboni determinó que Lucas Pertossi registró con su iPhone la secuencia del ataque, desde que fueron expulsados del boliche hasta que él mismo dejó de grabar la golpiza para agredir a un amigo de Fernando.
Diez minutos después del ataque el joven le envió un audio al resto de los rugbiers en el que dijo: "Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia. Caducó".
"Lucas no tiene nada que ver con esto. No es ni asesino, ni es malo. No tiene malas intenciones. Es un chico que vive feliz con las cosas que hace", insistió Marcos Pertossi.
El joven es primo de Luciano y Ciro Pertossi, otros de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa que deberán responder ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 (TOC 1) de Dolores, a cargo de los jueces María Claudia Castro y Christian Rabaia.
Las pericias indicaron que fue Máximo Thomsen, de 22 años, fue quien le dio la patada mortal a Fernando Báez Sosa. El resto de los rugbiers -menos los dos a quienes se les dictó falta de mérito- están acusados de ser partícipes en el crimen.
Semanas atrás el abogado que defiende a los rugbiers, Hugo Tomei, logró que la justicia reconociera al grupo como "particulares damnificados" en una posible causa contra la fiscal Verónica Zamboni por cómo fue obtenida la evidencia y cómo se produjo la detención de los jóvenes.
Si no prospera ese último recurso legal de la defensa, el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell podría desarrollarse en 2023 con más de 150 testigos, videos y pericias.