23 noviembre 2024

Misa en Luján por la beatificación del Cardenal Pironio

El domingo 6 de febrero de 2022 tuvo lugar la celebración eucarística, convocada por la Acción Católica Argentina en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, conmemorando un aniversario más de la partida del cardenal nuevejuliense Eduardo Francisco Pironio y pidiendo por su próxima beatificación.

La santa Misa estuvo presidida por el arzobispo metropolitano de Mercedes-Luján Jorge Eduardo Scheinig, concelebrada por los obispos Carlos Malfa y Ariel Torrado Mosconi, de Chascomús y Nueve de Julio respectivamente junto a varios sacerdotes y numerosos fieles peregrinos.

La homilía estuvo a cargo del obispo de Santo Domingo de Nueve de Julio, lugar del nacimiento del siervo de Dios. El prelado comenzó afirmando: “Bien podemos decir que la vida de los santos son Evangelio vivido. La Palabra de Dios experimentada y practicada. Los santos en el “aquí y ahora” del tiempo y lugar en el cual vivieron, hicieron realidad la letra bíblica al llevarla a cabo. Sin adelantarnos al juicio de la madre Iglesia, sino recogiendo de la fama de santidad captada y manifestada por el sentido de la fe del santo pueblo de Dios, hoy podemos afirmar que hay rasgos de la personalidad y la vida toda del siervo de Dios cardenal Pironio, que ilustran las lecturas bíblicas que acaban de proclamarse. Los resumo en tres: vocación-humildad-misión”.

Luego prosiguió: “La misión es el término de todo llamado y seguimiento. El “para qué” de la vocación. Es más, la evangelización es el “para qué” de la vida de la Iglesia entera. El cardenal Pironio, protagonista del Concilio Vaticano II, fue un hombre “copado” por la evangelización. Pastor y teólogo al mismo tiempo, estuvo imbuido por la idea y el compromiso con la nueva evangelización. Muchos reconocen en el siervo de Dios a un profeta de nuestro tiempo. No es exagerado decir que fue un profeta de la nueva evangelización, -tengámoslo presente- aún está por llevarse a cabo- ahora, con las motivaciones y el impulso a que nos exhortó el Papa Francisco en Evangelii gaudium”.

Para concluir: “Una expresión muy pironiana -que deja ver el arraigo profundamente bíblico de su teología, espiritualidad y pastoral- era “llamados, consagrados y enviados”. Se encuentra y repite frecuentemente en sus escritos. Podemos resumir el mensaje, la súplica y el compromiso que brotan de la Palabra de este domingo en: “llamados a la escucha y la contemplación, consagrados en la verdad y la humildad, enviados a la evangelización y la misión” ¡Ésta es también nuestra misión y nuestra esperanza!”
Al término de la celebración se rezó un responso en uno de los ábsides laterales donde reposan los restos del extinto cardenal junto a los de dos obispos muy significativos en sus vidas: monseñor Juan Neponucemo Terrero, de La Plata y Anunciado Serafini de Mercedes.