El 13 de noviembre es el día del Taquígrafo, destacando a los profesionales que registran en los cuerpos legislativos de todo el país -léase Congreso Nacional, Legislaturas, concejos deliberantes- las versiones de los debates.
Son ojos y oídos de la historia, y con su profesionalismo registran las sesiones de los plenarios y de las comisiones.
La taquigrafía es el arte de escribir a la velocidad del que habla a través de signos. Hasta hace muy poco sólo se conocía el lápiz (o la birome) como instrumento para tomar los registros, pero desde hace unos años se agregó la máquina de taquigrafía o estenotipia.
En nuestro país, los Cuerpos de Taquígrafos del Congreso -Cámara de Diputados y Senado de la Nación- datan del 25 de junio de 1878, en que fueron creados por una ley.
La historia dice que una vez sancionada la Constitución Nacional en 1853, el presidente Bartolomé Mitre entendió que debían registrarse las sesiones de las Cámaras. Por tal motivo, designó al mallorquino Eduardo Camaña y a su discípulo, Emilio Inzaurraga para que se ocuparan de tomar las sesiones.
Con el andar del tiempo los Cuerpos fueron incorporando integrantes y en la actualidad cuentan con un importante equipo de profesionales, que toman las sesiones y las reuniones de Comisión.
Los Cuerpos de Taquígrafos sólo interrumpieron su actividad en épocas de dictaduras militares, tras los golpes de 1966 y de 1976.
En la actualidad, las versiones taquigráficas se conocen muy poco después de terminadas las sesiones, y por Internet pueden leerse en la página web del Congreso, en el caso de la Cámara de Diputados