Tanto la fiscalía como la querella la acusaron de falso testimonio luego de que tuviera inconsistencias en su declaración en el Tribunal Oral Federal 6.
El Tribunal Oral Federal 6 ordenó la detención de una testigo que se encontraba declarando en el juicio oral por el atentado a la exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de Lidia Alejandra Benítez, una joven que es amiga de Nicolás Gabriel Carrizo, el llamado jefe de los copitos y acusado en el caso.
Durante su declaración, tanto la fiscalía como la querella denunciaron una serie de contradicciones entre lo que había declarado en la instrucción y lo que sostenía frente a los jueces en el debate público en torno a si Fernando Sabag Montiel y Carrizo hablaban de política y de matar a la ex jefa de Estado.
Fue la culminación de una audiencia extraña que se inició con el abogado de Brenda Uliarte, Alejandro Cippolla, pidiendo llamar de nuevo a declarar a Cristina Fernández de Kirchner para que diera cuenta sobre si se “autopercibía” mujer, ante la nueva acusación de violencia de género que impulsa la fiscalía. El pedido no solo generó la sorpresa e incomodidad de la jueza Sabrina Namer sino también el inmediato repudio de los otros participantes del debate.
Luego fue el turno de escuchar la declaración de Agustina Díaz, la amiga de Brenda que estuvo detenida al inicio de la causa y que finalmente fue sobreseída. Ella era “el amor de mi vida” en el teléfono de Uliarte, a la hoy detenida le confiaba que iba a convertirse en “San Martin” y que iba a mandar a matar a Cristina Fernández de Kirchner en los días previos al atentado. La joven la trató de una persona “fantasiosa” y aseguró que nunca la tomó realmente en serio.
También aseguró que Brenda era “manipuladora”, pero al mismo tiempo “manipulable” y que, tras la muerte de su bebé, en plena pandemia, buscaba encontrar un sentido a su vida. Brenda, aislada del resto desde que buscó pegarle a un abogado, se retiró de la sala llorando.
El atentado contra la expresidenta
El 1 de septiembre del 2022, Cristina Fernández de Kirchner llegaba a su casa, en el barrio porteño de Recoleta, donde un importante grupo de militantes la esperaba para saludarla, como hacían desde hacía días luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera condenarla a 12 años de cárcel por corrupción en la causa Vialidad. Entre los militantes estaba Fernando Sabag Montiel, que sacó un arma y le gatilló a pocos metros de distancia.
No había bala en la recámara, por lo que el disparo no salió. De inmediato fue golpeado y apresado por los simpatizantes de la ex jefa de Estado y desde entonces está preso, acusado de ser coautor del intento de homicidio agravado por alevosía y la participación de más de tres personas.
Acusada de la misma figura está presa su entonces novia Brenda Uliarte, en cuyo teléfono había mensajes con su amiga Agustina Díaz en los que hablaban de la planificación del atentado que había comenzado a inicios de abril de ese año. El último acusado es Nicolás Carrizo, para quien la pareja trabajaba vendiendo copitos de azúcar.
Carrizo quedó preso el 13 de septiembre del 2022, luego de que en el teléfono que había entregado como testigo encontraran mensajes suyos diciendo que él tenía que terminar el trabajo que no había conseguido completar Sabag y en donde se hablaba de un arma que nunca apareció. Durante toda la causa este último aseguró que era todo una broma.