Ignacio Lugones es un médico de La Plata recibido en la UNLP que creó una herramienta para cirugías cardíacas y fue premiado en un concurso internacional.
Ignacio Lugones, el médico oriundo de La Plata que fue distinguido por crear un dispositivo para salvar a chicos con patologías cardíacas, ganó el primer premio del concurso online Fan Favorite por su proyecto AVaTAR Medtech, que podría revolucionar un área de la cirugía de corazón compleja.
El concurso forma parte del programa de la American Heart Association y el emprendimiento médico fue fundado por Lugones y otro argentino, el médico Tomás Armendáriz. La empresa norteamericana los seleccionó entre los diez mejores proyectos del mundo y actualmente los ayuda con mentorías y otros recursos para lograr que su innovación llegue a todos los rincones del mundo.
Lugones y Armendáriz consiguieron 1.167 votos y lograron el primer lugar de la competencia, por delante de Claire Beskin, Lola Oshimore, Sandra Saldana, Lars Grieten, John Wilcox, Mike McCormick, Peter Musimami, Dustin LaFont y Daniel Wolkowitz, profesionales de todo el planeta que también participaron de la competencia.
De la UNLP al mundo
Lugones se recibió de médico en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e hizo la especialización en cirugía cardiovascular pediátrica. "Me gustó siempre la innovación y, entre los papers que tengo publicados, inventé una técnica quirúrgica, para una rara patología, que lleva mi nombre", reveló en declaraciones al portal Newsweek.
Sobre el dispositivo que diseñó para operar a chicos del corazón, el profesional platense detalló que "la válvula tiene mucha matemática y física; es un proceso mediante el cual se abre y se cierra en función de los distintos cambios de presión, no es un mecanismo activo".
Los especialistas desarrollaron un conjunto innovador de dispositivos médicos que estandariza un método quirúrgico para reconstruir las válvulas aórtica y pulmonar tanto en niños como en adultos utilizando tejido autólogo. Diseñados específicamente para pacientes pediátricos, estos dispositivos hacen que el procedimiento sea más simple, rápido y fácilmente reproducible por cualquier cirujano cardíaco, al tiempo que mejoran la seguridad del paciente.
La historia del innovador proyecto
Lugones dio detalles de cómo fue que él y su compañero desarrollaron la idea. "Un sábado a la noche y cervezas mediante, le comento un problema y comenzamos a dibujar, hacer cuentas y armamos con unos guantes de látex, un tubo de papel higiénico, cinta y polenta el primer prototipo. Lo que ideamos esa noche fue cómo debía ser la válvula, pero para hacerla se precisa cierto instrumental. La testeamos en Dinamarca y nos dimos cuenta de que, para que esto funcione, el cirujano tiene que contar con el aparatito que se lo resuelva, para que no tenga que ponerse a hacer las cuentas. Ahí comenzó a madurar la idea de hacer el dispositivo", comentó al respecto de cómo nació todo.
Lugones junto a Tomás Armendáriz, el colega con el que desarrolló el proyecto ganador.
El dispositivo fue probado en una docena de pacientes y en todos los casos se logró reconstruir la válvula aórtica. Actualmente, la válvula no tiene una duración tan prolongada y debe cambiarse después de unos años, sin embargo la idea es lograr avances en ese sentido.
AVaTAR apunta a lograr el tejido de la válvula perfecto con bioingeniería de tejidos y bioimpresión. "Estamos transitando este camino. Ya tenemos resuelta la geometría, la morfología; el talón de Aquiles es el tejido", cerró el especialista platense.