Los especialistas advierten por una tormenta solar que podría generar fallas en las comunicaciones y se podrían vislumbrar auroras en Argentina.
Este domingo llegará a la Tierra una llamarada solar potente y se esperan auroras polares extraordinarias en zonas donde no suelen verse, que serán visibles por la noche.
Puede que no sea este el caso, pero las llamaradas solares pueden ir acompañadas de eyecciones de masa coronal, erupciones de material que pueden alcanzar la Tierra en forma de tormentas solares, produciendo auroras, poniendo en riesgo a los astronautas con un aumento de la radiación e induciendo corrientes eléctricas en los transformadores.
El Sol ya disparó en octubre dos de las llamaradas solares más potentes de esta década, después de un periodo relativamente tranquilo, desde mayo pasado.
El 10 de mayo, las auroras se habían podido ver en latitudes tan bajas como Canarias o Puerto Rico. También en el hemisferio sur en Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Chile.
Qué dicen los especialistas
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), alertó recientemente por la presencia de una tormenta solar geomagnética que traerá consecuencias para la Tierra.
Según los especialistas, el fenómeno es similar al de una llamarada conocida como “eyección de masa coronal” (CME, por siglas en inglés). Fue detectado por los astrónomos en el lado del sol que apunta sobre la Tierra. Cabe resaltar que las CEM se dan en los períodos de mayor actividad solar.
El Centro de Predicción del Clima Espacial, (SWPC por sus siglas en inglés), informó que llegará a la Tierra una tormenta geomagnética solar que traería consecuencias leves en diversos sectores del planeta.
Qué es una tormenta solar
La tormenta geomagnética solar es un fenómeno que los expertos calificaron como común, ya que el calor emite algunas eyecciones de masa o erupciones solares que se observan desde el planeta como si fueran manchas.
Igualmente, estas erupciones causan un viento solar interplanetario que genera la tormenta geomagnética. Habitualmente, las partículas del viento solar no llegan a la tierra porque sufren una desviación por la magnetosfera terrestre. Pero, hay algunos ciclos solares en los que la actividad solar incrementa y puede traspasar la capa protectora.
Para las próximas horas está prevista una eyección de masa coronaria del sol intensa, la cual afectaría a la Tierra. Este fenómeno, tal cual fue detallado, se trata de una tormenta geomagnética solar.
Estas tormentas, de acuerdo a la explicación de los especialistas, causan alteraciones en el campo magnético terrestre. Estas afectaciones ocurren en parte de la tierra, siendo mayormente visibles en las latitudes más altas.
De acuerdo a los expertos de la SWPC, el fenómeno que impactará en la tierra será de nivel G1, o sea, leve. En esta escala de valores, la más potente es la tormenta G5, que podría generar consecuencias catastróficas en todo el mundo.
Cómo afectará la tormenta solar a la vida humana
La actividad electromagnética del Sol puede causar la pérdida de señal en comunicaciones de radio de alta frecuencia e interferir en la señal de los satélites GPS.
En esta ocasión, su impacto pasará casi desapercibido, por lo que no afectará a los seres humanos ni a la naturaleza. Si se diera con mayor fuerza podría causar problemas en fenómenos migratorios de aves y otros animales. Todavía no hay certezas de que tenga un impacto directo en la salud de las personas.
Sobre las conexiones y los servicios de comunicaciones, estas tormentas alteran el campo magnético de la tierra, y pueden generar apagones y fallas.
Una semana hiperactiva del sol
Tras la intensa llamarada solar detectada por la NASA el pasado martes, este jueves se produjo la más potente de los últimos siete años.
La mancha solar AR3842 explotó nuevamente este 3 de octubre, produciendo la llamarada solar más fuerte hasta ahora del Ciclo Solar 25, que comenzó en 2019 y dura once años, informa Europa Press.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA registró la explosión de categoría X 9.1, que supera incluso la enorme llamarada X 8,7 del 14 de mayo de este año, en un contexto de actividad solar creciente cuyo punto máximo se producirá en 2025, informa la agencia espacial.
La más potente del siglo había ocurrido en Halloween de 2003. Fue de clase X17 y provocó auroras visibles hasta en latitudes más bajas de lo habitual.
