Este tipo de recomendaciones es clave para los amantes del camping y el aire libre. Si disfrutas de pasar largas jornadas en familia o acampar por varios días con todos los elementos necesarios, no debes cometer errores en la conservación de los alimentos.
Las conservadoras habituales para acampar, o para disfrutar de la comida en buen estado y de las bebidas frías en un día al aire libre, tienen sus secretos y la forma de sacarle el máximo provecho.
A continuación, algunas recomendaciones que servirán para organizar la siguiente aventura en familia o un buen viaje con amigos.
El frío baja
Antes que nada, un pequeño concepto básico de física, y es que el frío tiende a bajar. Por lo tanto, es necesario que todos los alimentos y bebidas a conservar estén debajo del hielo. Un error común es poner bolsas de hielo debajo y encima el resto de los elementos.
Un pequeño detalle es que el hielo se irá derritiendo con el paso del tiempo, y es por eso que los alimentos deben estar bien guardados y asilados para que no entren en contacto con el agua.
En síntesis, una buena distribución de las conservadoras de camping sería: bebidas y botellas abajo, luego los alimentos bien embolsados y arriba el hielo.
Renovar el hielo
Algo a tener muy en cuenta es la renovación del hielo, principalmente en aquellos campamentos que duran varios días. Para el caso de los lácteos, es clave que no pierdan la cadena de frío ya que se pueden descomponer y traer problemas en la salud. Una vez abiertos, consumirlos en poco tiempo y no dejarlos de un día para el otro.
Un buen consejo es utilizar barras de hielo o botellas de gran capacidad congeladas, esto permite una mayor duración del frío dentro de las conservadoras.
En los campings organizados es posible conseguir hielo para reponer, o bien en estaciones de servicio. Para ello es importante realizar un control del frío en el interior y revisar periódicamente el estado del hielo.
Mantener un orden
Otro de los errores más habituales en el armado de una conservadora de camping es el desorden o apilar todo por igual.
Más allá de la estrategia antes mencionada, también es bueno ubicar los alimentos según el orden en el que van a ser utilizados.
Por ejemplo, si la idea es cocinar carne vacuna al mediodía y pollo a la noche, disponerlos en la conservadora en ese orden. Esto permite una menor manipulación de la heladera y una menor pérdida del frío.
Conocer el tiempo de conservación de los alimentos
Otra de las claves es reconocer qué tipo de alimentos estamos almacenando en la conservadora y su resistencia a un frío moderado, que fluctúa y no es constante como en una heladera hogareña.
Los alimentos más sensibles a las fluctuaciones de temperaturas son los lácteos, los pescados, el pollo, y la carne vacuna. Lo ideal es poder consumirlos lo antes posible, y en caso de ser necesario mantenerlos más tiempo, cocinarlos por encima de los 65 grados.
Vale remarcar que las bacterias en las carnes se reproducen en temperaturas entre 5 y 63 grados, por debajo de los 5 no se multiplican y por encima de los 63 se empiezan a destruir.
Guardar provisiones para pocos días
Los alimentos que no son no perecederos es importante consumirlos primero. Carnes y lácteos encabezan el listado de los que no hay que confiarse de la conservación en heladeras de campamento.
En casos que sea muy necesario, estipular su consumo como mucho en 2 o 3 días si es que la renovación de hielo es correcta.
El mejor consejo es hacer una buena provisión de alimentos no perecederos que pueden estar fuera de la conservadora, y de ir comprando día a día los que necesitan refrigeración.
Alimentos clave para muchos días de campamento
Sin entrar en los detalles de los campamentos exigentes y de alta montaña, que requieren de una organización bien diferente y estudiada, con un buen balance de nutrientes, podemos estipular una serie de alimentos que pueden servir para varios días de camping en zonas aisladas.
Las latas de atún, latas de sardinas, caballa, paté de foie, garbanzos, y embutidos (salames, quesos, jamón crudo, entre otros) pueden soportar bien un tiempo prolongado sin demasiado frío. Estos alimentos son fuentes de proteínas valiosas para acompañar otros nutrientes.
Las latas de vegetales (choclos, lentejas, arvejas) también son una buena opción para aportar hidratos de carbono y fibras sin necesidad de conservación con frío constante. Y, por último, los alimentos no perecederos que aportan hidratos de carbono (fideos secos, arroz, entre otros).
Las bebidas pueden esperar
Las bebidas frías suelen ser un gusto adicional para pasar un buen momento, pero no siempre son una prioridad. En el caso que haya poco espacio, y sea necesario hacer un “sacrificio”, las bebidas son la primera opción para ello.
Los alimentos, y los que hemos mencionado como sensibles a los cambios de temperatura, son los que tienen la prioridad en el armado de una conservadora de camping.
Es preferible tomar una gaseosa al natural que consumir un alimento en mal estado por falta de frío.
Exposición al calor
Otro de los errores clásicos en el uso de las conservadoras es dejarlas al rayo del sol o en lugares de mucho calor.
Como se trata de un uso al aire libre, suele ser común dejar la heladera bajo sombra y que la rotación de la tierra deje a la conservadora al rayo del sol a los poco minutos. O también en el interior de un automóvil o una carpa.
Para evitar este tipo de problemas es clave hacer una revisión periódica y dejarla al resguardo de fuentes de calor.
Los 10 errores más frecuentes en el uso de conservadoras
Repasando algunos de los principales consejos que hemos dado, y otros, para optimizar el uso de una conservadora y disfrutar de un campamento en familia y de largas jornadas al aire libre, los 10 errores más comunes son:
- usar una conservadora rota o de mala calidad
- no limpiar la conservadora luego de su uso
- no drenar el agua del hielo derretido
- no guardar los alimentos en bolsas
- no mantener la conservadora a la sombra
- no utilizar un sistema de capas
- no utilizar barras de hielo
- no pre enfriar los alimentos sensibles
- abrir la conservadora con frecuencia
- no llenar la conservadora al máximo de su capacidad
Conclusiones
Los errores más habituales en el uso de conservadoras de campamento pueden generar la descomposición de los alimentos sensibles.
Es por ello que es clave seguir una serie de cuidados mínimos para no cometer errores y disfrutar al máximo de una aventura al aire libre.