29 septiembre 2024

Cuánto tienen que durar las caminatas para mejorar la salud cardiovascular

Los cardiólogos remarcan la importancia del ejercicio frecuente y los hábitos cotidianos que protegen al corazón. Estas medidas deben complementarse con los exámenes preventivos

El corazón es uno de los órganos más beneficiados gracias a la actividad física regular, y caminar es una de las formas más accesibles y efectivas para mejorar la salud cardiovascular. Estudios demuestran que una caminata de 30 a 40 cuadras, realizada tres o cuatro veces por semana, es suficiente para reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y proteger este órgano vital.

En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra cada 29 de septiembre desde el año 2000, se busca generar conciencia sobre la importancia de la prevención de las enfermedades cardíacas, primera causa de muerte en el mundo.

Este año, bajo el lema “Usá el corazón para la acción”, la Federación Mundial del Corazón (WHF, por su sigla en inglés) pone el foco en la necesidad de adoptar hábitos saludables, como caminar, para reducir el riesgo de afecciones y mejorar la salud general.

Una caminata de 30 a 40 minutos puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar la salud general (Imagen Ilustrativa Infobae)

El doctor Alejandro Deviggiano (M.N. 103573), jefe del Servicio de Cardiología y de Chequeo Médico Integral de Diagnóstico Maipú, refiere al lema de la campaña de este año cuando dice que “es una consigna central porque señala la importancia de estar activos en la prevención de las enfermedades cardiovasculares”.

Además, agrega: “Se aconseja evitar el ascensor y subir por la escalera o caminar. A menudo es suficiente con hacer 30 o 40 minutos de caminata 3 o 4 veces por semana; no siempre es imprescindible ir al gimnasio”.

Deviggiano también es cardiólogo especializado en Angiotomografía Coronaria y Resonancia Magnética del corazón, destaca que la prevención cardiovascular comienza con la identificación y reducción de los factores de riesgo, que se pueden modificar mediante cambios en el estilo de vida.

Los alimentos ultraprocesados, altos en grasas saturadas y sodio, son un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (iStock)

¿A qué factores hay que prestar atención y cambiar hábitos nocivos? “La hipertensión arterial es el primero de esos factores, junto con las dislipemias, es decir, tener alto colesterol LDL (comúnmente, el “malo” de la película), fumar, llevar una dieta rica en grasas y alimentos ultraprocesados (altísimos en sodio), ser sedentarios, tener diabetes y estrés, son todos factores de riesgo que se pueden modificar”, explica el experto.

No obstante, aclara que la edad y los antecedentes familiares son factores no modificables que también deben considerarse.

Para Deviggiano, “la única manera de saber si una persona es hipertensa o no es tomando la presión”. ¿Qué quiere decir? Que para dar el primer paso en la identificación de los factores de riesgo, el experto sugiere realizar controles anuales en todas las edades, especialmente después de los 40 años.

El doctor también explica la importancia de realizarse chequeos médicos integrales, principalmente en personas con antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares antes de los 60 años.

“Según las características de cada paciente, a partir de los 18 años, se puede sugerir un chequeo que permita obtener una ‘fotografía’ de la salud general y, en muchos casos, detectar infartos silentes, que representan el 30% de los casos”, señala Deviggiano.

El control integral es una de las herramientas clave para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Este chequeo, cuenta el especialista, se puede realizar en el mismo día y en apenas dos horas y media, incluye un análisis de sangre, una ergometría (prueba de esfuerzo en cinta) y un ecocardiograma.

Este último sostiene Deviggiano, es esencial para evaluar el funcionamiento del corazón, las válvulas y el tamaño de las cavidades cardíacas. En el caso de personas mayores de 60 años, se recomienda sumar un Doppler de vasos de cuello, cuyos resultados suelen estar listos en una semana junto con un informe especial.

En muchas ocasiones, ―Deviggiano estima que en la mitad de los casos―, los chequeos cardiológicos se solicitan como requisito para obtener el apto físico necesario antes de iniciar actividades deportivas o recreativas. Estas evaluaciones son fundamentales para identificar el estado general de salud del paciente.

“Estos estudios son muy útiles porque nos permiten saber cómo está la presión, el colesterol, cómo funcionan el hígado y los riñones, si se tiene alta la glucemia, determinar el grado de obesidad y conocer el hábito tabáquico”, señala el especialista y agrega que detectar a tiempo problemas como la hipertensión o posibles arritmias cardíacas es importante para evitar complicaciones durante el ejercicio.