Este original alfajor, que ya logró distinciones en varios eventos, es una creación de Mirtha Figueroa, cabeza del emprendimiento familiar Mir alfajores.
El último fin de semana se realizó en Rawson, partido de Chacabuco, la séptima edición de la Fiesta Provincial del Alfajor Artesanal, en la que participaron más de 50 productores de 30 distritos bonaerenses, con 44 variedades de alfajores que fueron evaluadas por un jurado de expertos.
El gran ganador fue el alfajor de queso y dulce de membrillo de Mir Alfajores, un emprendimiento familiar de General Pacheco, distrito de Tigre, que va creciendo día a día.
La creadora de este manjar bonaerense es Mirtha Figueroa, una mujer inquieta que luego de criar a sus hijos, trabajar durante años en atención al público en comercios y jubilarse, puso su energía en concretar un sueño: un emprendimiento propio de pastelería.
“Yo todo lo veo con ojos de cómo convertirlo en alfajor”, suelta Mirtha en una charla con DIB, al explicar cómo la atraviesa esta nueva pasión que encontró en la gastronomía profesional y la elaboración artesanal de alfajores.
Mir Alfajores nació hace solo dos años en el norte bonaerense. “Quería hacer algo distinto, soy una persona activa, esto es un sueño que yo tenía guardado hace muchos años”, confió sobre los inicios del emprendimiento familiar, y añadió: “Mis hijos me impulsaron a realizarlo, iba a ser un hobby y empezó a tener tanto éxito que ahora ya involucra a la familia, a algunos amigos, va creciendo”.
Mirtha resalta que los alfajores Mir son totalmente artesanales: elaboran la masa, los distintos rellenos, las mermeladas. Comenzaron con cinco variedades y a medida que el entusiasmo crecía, también fueron surgiendo nuevas ideas. Ahora ya cuentan con quince alfajores diferentes.
“Estamos aprendiendo, ya contamos con quince variedades que vamos rotando de acuerdo a la estación del año, al clima, los fijos son estilo marplatense, glaseado, estilo santafesino, alfajores de coco, esos tenemos durante todo el año. Los de mousse de chocolate y ganache de chocolate los vamos rotando; tengo uno que es relleno con chocolate y cítricos; otro con doble ganache, blanca y negra, con frambuesas; uno de berenjenas y canela, que es dulce, muy rico; hice el de malbec y ahí dije ¿por qué no hacer el de fernet?; hice el de café, varios con relleno de ganache”, apunta sobre los distintos sabores que fue probando, mejorando, y que quedaron en el listado de la marca, que busca calidad y originalidad.