Por orden del juez Faria, se buscó “algún elemento que pueda tener vinculación por la causa”, secuestrándose una notebook, un CPU y un pendrive. Qué reveló el magistrado que encabezó el operativo.
Por orden del juez Miguel Ángel Faria, que interviene en la causa contra Germán Kiczka y su hermano Sebastián por “tenencia y distribución de material de explotación sexual de menores”, se realizó un allanamiento en el despacho del diputado libertario en la Legislatura de Misiones.
Como se informó, ese cuerpo formalizará en las próximas horas la expulsión de Kiczka como legislador de la provincia, por medio de un proyecto de resolución impulsado por varios diputados, proponiendo “la expulsión de la Cámara de Representantes del diputado Germán Kiczka en virtud de los hechos aberrantes que involucran su accionar delictivo”.
Según detalló el magistrado al concluir el operativo en las oficinas, que se realizó en horas de la tarde de este viernes, allí se encontró “mucho material” y ahora “el objetivo es tratar de encontrar todo lo que se pueda que tenga relación con la investigación”.
Durante el allanamiento se secuestraron una notebook, el CPU de una computadora y un pendrive que podrían contener material relacionado a la causa por pedofilia por la que están detenidos ambos hermanos.
En efecto, en la oficina registraron “si había algún elemento que pueda tener vinculación por la causa… Había medios informáticos que son de la Cámara, pero queremos analizar para ver si hubo archivos que fueron borrados. Concluimos con este registro y avanzamos con la investigación”, subrayó el juez Faria
También aclaró que “no consta en el expediente” que los hermanos Kiczka hayan producido material de explotación sexual de menores, aunque advirtió que “no se descarta nada” ya que “todo es objeto de una investigación compleja, es como la punta de un iceberg”, concluyó.
El operativo ordenado por el magistrado se hizo a pedido de la Comisión Especial de la Cámara de Representantes de Misiones, que también lleva adelante el estudios de la situación de uno de sus miembros, y contó con la participación de personal de la Dirección de Cibercrimen de la Policía misionera.