Santiago Molina, de 28 años, estaba internado en terapia intensiva en un hospital de Playa del Carmen. Su situación se había agravado ya que tenía como comorbilidad el ser portador de VIH.
Santiago Molina, el joven cordobés que se había contagiado viruela del mono en México, murió este lunes tras permanecer internado durante más de un mes en grave estado. El fallecimiento fue confirmado por Claudia Follin, su madre, quien en redes sociales aseguró que su hijo “estará siempre en nuestro corazón”.
El joven, de 28 años y oriundo de La Calera, estaba internado en grave estado en un hospital público de Playa del Carmen y sus familiares habían impulsado una campaña solidaria para juntar fondos para su tratamiento.
Santiago había comenzado a experimentar síntomas de la enfermedad hace dos meses, pero en los últimos 20 días su salud se vio agravada, ya que tenía como comorbilidad el ser portador de VIH.
“Se complicó su sistema respiratorio, su parte pélvica, genital y otras zonas más”, había contado a mediados de agosto su madre a los medios de Córdoba. Por entonces, tenía una sonda pulmonar para drenar el líquido y sondas pélvicas para sacar la infección de esa zona.
“Nunca vi algo así, no es mi hijo. Esta enfermedad es tremenda y altamente contagiosa”, señaló la mujer.
Desde el momento en el que la enfermedad fue confirmada, Molina fue ingresado en el hospital de Playa del Carmen, la ciudad en la que decidió radicarse hace un año. Según informes médicos citados por el medio mexicano Sipse.com, Santiago experimentó serias complicaciones en su sistema respiratorio y genital, además de otras áreas de su cuerpo.
Una tía de Santiago, por otra parte, aseguró a ElDoceTV que el cuerpo del joven no será repatriado por lo costoso que es el trámite. En consecuencia, la familia decidió hacer una misa para despedir sus restos y cremarlo para luego traer sus cenizas al país.
“Traerlo es imposible porque cuesta mucho”, expresó, y precisó que la cremación cuesta unos 450 dólares -cerca de 600.000 pesos-. Si bien el costo es mucho menor que la repatriación, familiares y amigos de Santiago juntan dinero para el último adiós.