Se trata de un hombre que recibió pena en junio de 2023, después de que los hechos ocurridos en Mar del Plata salieran a la luz en mayo de 2020.
La Sala III del Tribunal de Casación Penal confirmó la condena a 50 años de prisión para un hombre que abusó sexualmente de sus cinco hijas durante una década. Se trata de un hombre que había sido sentenciado en junio de 2023, después de que los hechos salieran a la luz en mayo de 2020. Según recuerda el diario La Capital de Mar del Plata, en aquella oportunidad los jueces subrogantes Juan Manuel Sueyro, Leonardo Celsi y Raúl Perdichizzi fallaron en línea con el pedido había hecho la fiscal Andrea Gómez en su alegato, aunque el monto de la pena fue apenas inferior.
La fiscal Gómez, quien investigó el caso desde que salió a la luz, había solicitado a los magistrados que condenaran al hombre -cuyos datos filiatorios nunca se publicaron para preservar la identidad de las víctimas- a 55 años de prisión. En cambio, los magistrados condenaron al hombre a diez años de cárcel por cada acusación que pesaba sobre él.
El condenado seguirá detenido en la Unidad Penal de Batán en la que se encuentra alojado desde hace más de tres años. En ese momento, una de las jóvenes se presentó en la Comisaría de la Mujer y la Familia y reveló el calvario al cual la había sometido su padre. Además, la denunciante dijo que sus hermanas también habían sido víctimas en la vivienda que compartían en Guanahani al 6300, y en una losa de Jacinto Peralta Ramos al 1000, entre 2010 y 2020. Entregó a las autoridades un video tomado con su teléfono celular en el que se veía al hombre abusar de ella en lo que había sido el más reciente y último de los ataques sexuales.
Pero no fue la única prueba contundente que tuvo entonces la fiscal Gómez para pedir la detención del hombre: otra la constituyó el informe médico recibido por parte de los forenses que examinaron a la mujer y hallaron en su zona genital lesiones claramente compatibles con las agresiones denunciadas. Luego, otra de las hermanas se presentó a declarar, a pesar del temor que sentía a algún tipo de represalia, y confirmó los dichos de la anterior.
Cuando la policía detuvo al acusado encontró en su poder una escopeta calibre 16, un revólver calibre 38 y una carabina calibre 22. Todas esas armas quedaron secuestradas y, además de los abusos sexuales, se le imputó la tenencia ilegal de las mismas. Según recuerda La Capital, los uniformados atraparon al hombre mientras iba con otra de sus hijas (la menor, de entonces 15 años) a un campo familiar, en lo que podría haber sido otra violación