Argentina vuelve a tener un representante tras 23 años. La historia de un pilarense dúctil desde niño, que dejó su familia a los 14 años en pos de su carrera deportiva. Fanático de Boca y de Messi.
Argentina está de fiesta porque la escudería Williams confirmó que Franco Colapinto correrá las restantes 9 carreras de la temporada de la Fórmula 1 arriba del auto del equipo británico. Logan Sargeant fue desvinculado y el nacido en Pilar, que estaba 6º en la Fórmula 2, fue el elegido para reemplazarlo. Así, después de 23 años, Argentina volverá a tener un representante entre los mejores 20 pilotos de carreras del mundo. Hará su debut este fin de semana: el viernes comenzarán las prácticas para el circuito de Monza, Italia, y la carrera será el domingo a las 10 de la mañana. La historia del chico de 20 años que es fanático de Messi, Boca y Riquelme, extraña comer pizza libremente y durmió en una fábrica antes de que despegara su carrera deportiva.
Franco Colapinto nació en Pilar, provincia de Buenos Aires, el 27 de mayo de 2003. Se subió a un vehículo motorizado casi al mismo tiempo que aprendió a caminar. Su particular talento y sensibilidad así lo permitieron. Cuando tenía 3 años, sus padres le regalaron un triciclo con un pequeño motor. Era el primer vehículo que ya no era solo su juguete, pero Franco lo condujo con zozobra. Así lo contó su madre Andrea: “El empleado de la juguetería lo sentó y esperó para poder llevarlo y acompañarlo para pasear un poco por la juguetería y que lo pudiera probar. Y de golpe Franco lo aceleró, empezó a esquivar entre las góndolas y no lo podía parar nadie. Estaba como loco, como si siempre se hubiese subido a algo así. Era su primer contacto con algo a motor. Desde chico tuvo esa habilidad increíble para conducir”.
A los 4 años ya empezó a subirse a cuatriciclos y a pasearlos por una quinta en Capilla del Señor. Se divertía y, asegura su familia, mostraba una sensibilidad increíble. Pero era un niño, claro, y por eso no estuvo exento de accidentes. “Me tenía mucha confianza y creía que no pasaba nunca nada”, afirma Colapinto antes de revelar lo que estuvo cerca de ser una catástrofe. “Me reía cayendo o volcando en el cuatri. Esa vez me acosté en el cuatri y saludé al jardinero y cuando me di cuenta había un Falcon ahí adelante”. Se rompió el auto y el cuatri. El chico zafó. Era solo un aviso. Lo de los cuatriciclos fue una época; los kartings llegaron a su vida en 2013, cuando tenía 10 años. Y enseguida aprendió a dominarlos.
A los 14 años, tomó tal vez la decisión más difícil de su vida: dejar a su familia, mudarse solo a Italia y apostar por su carrera deportiva. Su padre contó en una entrevista una conversación que sería bisagra: “Le dije `¿no te querés volver en dos años? Quizá a los 16 vas a estar un poquito más maduro y te traigo de vuelta´. Pero me dijo `no, papá. Esto es lo que yo quiero. Me la voy a bancar. Sé que los primeros meses la voy a pasar mal. Si vos me bancás, yo me quedo´. Te imaginás que lo banco con la vida”. El vínculo con su psicólogo deportivo Gustavo Ruiz, que había comenzado en esa época, tendría un rol fundamental para que el adolescente se sobrepusiera a tanta adversidad.
Es que no estaba equivocado: al principio la pasó mal. Lejos de su familia y amigos, a 10.000 kilómetros de su casa, llegó a dormir incluso en una fábrica, cerca de los kartings y donde aprendía de cerca sobre mecánica y otro tipo de información que lo pudiera ayudarlo “a ser más rápido”. Recordó Colapinto: “Empecé a lavarme la ropa solo, a cocinar, comunicarme en otro idioma que no entendía. Aprendí muchísimo de esa experiencia. Más en momentos duros, cuando necesitás un abrazo de un amigo, una familia, hasta que me acostumbré a eso. Maduré como piloto y como persona”. El esfuerzo valdría la pena y ya llegaría la recompensa.
En 2018, Colapinto se coronó en los Juegos Olímpicos Juventud junto a María García Puig. Y al año siguiente fue campeón del Campeonato de España de la Fórmula 4. Lo hizo con 100 puntos y después de 11 victorias en 21 carreras. Su ascenso no se detuvo nunca. Grandes campañas en Fórmula 3, la presente campaña en Fórmula 2 que lo tiene 6º en la tabla de posiciones…y la Fórmula 1. En julio de este año, en el fin de semana del Gran Premio de Silverstone, Colapinto hizo su debut en la máxima categoría al subirse al FW46 de Williams para una de las pruebas de entrenamiento. No cometió errores, se lució y quedó apenas 429 milésimas debajo de su compañero de equipo, el tailandés de 28 años Alex Albon.
Extraña comer “una pizza de mozzarella llena de grasa” y es fanático de Lionel Messi: “Conocerlo sería un sueño”, dice. Le regalaron una camiseta firmada por Juan Román Riquelme y su pasión por Boca se remite a su niñez. Hace dos años que no va a la Bombonera y la extraña, confesó hace poco. Se siente un chico común de 21 años y se sorprende de tantos mensajes de apoyo, pero lo cierto es que es el máximo referente argentino del automovilismo desde 2001, cuando Gastón Mazzacane tuvo su paso por la Fórmula 1. Y, con Williams, seguirá los pasos de una leyenda como Carlos Reutemann. Hace solo dos semanas, en una entrevista, aseguró que estaba “más que listo” para la F1. ¿Un deseo? ¿Una premonición? Lo cierto es que él lo sabía; y ahora lo sabe el mundo. Franco Colapinto es de la Fórmula 1.
Fuente: MDZ On Line.