La oleaginosa no para de caer en Chicago, donde finalizó este martes a U$S 348 la tonelada, el valor nominal más bajo en cuatro años y el peor desde 2016 si se lo corrige por la inflación en dólares de Estados Unidos.
El precio de la soja volvió a caer este martes en el mercado de Chicago y se ubicó a U$S 348 la tonelada, el valor nominal más bajo en cuatro años.
Se trata así de la sexta rueda bajista consecutiva en el principal mercado de referencia a nivel mundial, según consignó la consultora Granar.
La baja es de U$S 8,82 o 2,5% frente a la cotización con la que había iniciado la semana, de U$S 356,87, correspondiente a la posición septiembre, la más cercana en los contratos de futuros que se negocian en el recinto estadounidense.
Pero lo más relevante aún para entender el impacto de este valor, es que si se corrige por la inflación en dólares el país norteamericano, el precio actual es el más bajo en casi 18 años: desde octubre de 2006, de acuerdo con un cálculo realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario.
De esta manera, parece cumplirse una vez más la sensación de que la soja siempre acompaña más a los ciclos de Gobierno del peronismo que a los de otros signos. Como ejemplo reciente, Alberto Fernández en 2022 tuvo las mayores cotizaciones nominales en ocho años.
¿POR QUÉ SIGUE BAJANDO EL PRECIO DE LA SOJA?
Según Granar, este nuevo bajón de la oleaginosa se debe en primer término a la proyección que hizo el USDA el lunes de una cosecha récord en Estados Unidos, luego de elevar su volumen de 120,70 a 124,90 millones de toneladas, y el aumento de las existencias finales, de 11,85 a 15,25 millones de toneladas.
Estos valores estuvieron por encima de los que auguraba el mercado, que eran en 121,63 y 12,66 millones de toneladas, respectivamente.
“Además, el buen estado de los cultivos sigue presionando sobre el mercado, al dejar abierta la chance de nuevos ajustes hacia el alza de un rinde promedio que fue elevado por el USDA en su informe mensual de 34,97 a 35,78 quintales por hectárea”, agregó la consultora.
Asimismo, tanto para la soja como para el maíz, en Estados Unidos aportaron presión las ventas de grano viejo que están concretando los farmers, para hacer lugar en sus plantas de acopio para la abundante cosecha gruesa que comenzará a ingresar en menos de un mes.
“Los productores ya parecen haber aceptado que la estrategia de conservar grano y esperar por mejores valores para vender, al menos este año, no funcionó”, añadió.
En cuanto a maíz y trigo, los precios también cayeron y continúan en un escenario también bajista.