Desde Casa Rosada continúan posponiendo subas de tarifas e impuestos con el objetivo de desacelerar el incremento generalizado de precios.
Los datos semanales de inflación de julio muestran un freno en el ritmo de las subas, según distintas consultoras, en un mes en que las remarcaciones habían comenzado con incrementos semanales bien por encima del 1 por ciento.
Ese repunte fue atribuido a la suba de los dólares paralelos de las últimas semanas, pero el Gobierno aseveró que está más relacionado a factores climáticos. No obstante, con un gran gasto de reservas Casa Rosada logró controlar, momentáneamente, la disparada de la divisa norteamericana.
Asimismo, el Gobierno fue posponiendo ajustes en impuestos (como el de los combustibles) y retrasando incrementos en las tarifas, con el objetivo de no reavivar la suba en los precios. Sin embargo, sabe que en el corto plazo deberán avanzar por esa senda, pero confían en que las condiciones macro prepararon el terreno para una caída más marcada de la inflación, con la mega aspiradora de pesos que activó el equipo económico y la profundización del ajuste fiscal.
En este marco, en el oficialismo confían en que el IPC de julio esté en el orden del 4%, por debajo del 4,6% del mes pasado.