Aunque se puede prevenir, se subestiman los síntomas y no se realizan los controles necesarios para evitarla.
Una de las afecciones más comunes, aunque prevenible, es la anemia, que afecta a un 20% de los menores de cinco años, a un 30% de mujeres entre 15 y 49 años, y a un 40% de embarazadas. Especialistas aseguran que esto se da por la falta de controles regulares para prevenirla, como también la alimentación con ultra procesados de las dietas modernas pueden afectar a la salud.
La anemia es una disminución de la molécula encargada del transporte del oxígeno hacia los glóbulos rojos, llamada hemoglobina. Esta molécula acumula oxígeno en los pulmones y los traslada hacia los tejidos, por lo que su carencia puede ser la causa de cansancio, palidez, caída de pelo e irritabilidad, entre diversos síntomas.
Esta alteración es prevenible, pero también muy frecuente, lo que convierte a la anemia en un tema central del próximo Congreso Internacional de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, que se celebrará en la Ciudad de Buenos Aires del 21 al 23 de agosto. “La principal causa de esta alteración en los países en vías de desarrollo se asocia a una mala alimentación, a dietas ricas en hidratos de carbono con pocos nutrientes esenciales o a infecciones como las parasitosis, endémica en algunas regiones de Argentina. Casi el 50% de los casos son atribuibles a la falta de hierro”, remarcó la doctora Francisca Rojas (MN 90.648), especialista en hematología.
Rojas, jefa de la división Hematología del Hospital de Clínicas, alertó también sobe el consumo de alimentos ultra procesados: “generalmente son carentes de proteínas, vitaminas y minerales. Esto genera déficit de hierro, vitamina B12 y ácido fólico, componentes esenciales para la síntesis de glóbulos rojos”. Al mismo tiempo, señaló que “nuevas dietas como keto o hacer ayuno intermitente, sin el monitoreo nutricional adecuado, pueden conducir a la carencia de alguno de estos nutrientes”.
Igualmente, según la explicación de Rojas, la anemia suele ser un signo de una afección neoplásica, hematológica, inmunológica o hereditaria, por lo que el foco debe ponerse sobre la resolución de estas enfermedades. Además la especialista recordó que “puede estar acompañando a los síntomas de la patología de base e incluso agravar la situación de las personas que tienen enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca”.
Cómo se diagnostica la anemia
El método para confirmar el diagnóstico de anemia, explicó la profesional, es con un análisis de por medio: “Lo más importante es realizar los chequeos periódicos de salud recomendados para cada grupo etario, para que el médico detecte aquellos pacientes en riesgo de sufrirla e intensificar los controles. De esta forma, es posible anticiparse y observar más tempranamente si existe alguna alteración en los niveles de hemoglobina”.
Lógicamente, estos diagnósticos se dificultas con la realidad actual en la que el acceso al sistema de salud no es tan simple para muchos argentinos. Por eso, los profesionales recomiendan hacer controles periódicos, principalmente entre los adultos jóvenes que tienden a subestimar los síntomas.
