Son propiedades ubicadas en el sur de Santa Fe y que estaban en manos de las bandas narcos más importantes de la provincia. Ahora analizan el destino de los inmuebles.
En un operativo sin precedentes contra el narcotráfico en Rosario, las autoridades dieron un golpe millonario contra Los Monos y Alvarado, dos de los principales grupos narcocriminales de la región. El gobierno provincial procedió a decomisar y tomar posesión de nueve propiedades valuadas en aproximadamente 4 millones de dólares, localizadas en Rosario y localidades vecinas como Funes, Pérez, Granadero Baigorria y Roldán.
Durante los allanamientos, realizados entre principios de mayo y fines de junio, la Policía de Investigaciones (PDI) descubrió mansiones equipadas con instalaciones inusuales, propias de escenas de series de Netflix. Una de las propiedades, ubicada en el sur santafesino, sorprendió con una sala específicamente diseñada para torturas, equipada con elementos sofisticados destinados a causar sufrimiento a las víctimas.
En las casas de Pérez, se hallaron túneles conectando diversas viviendas, así como habitaciones subterráneas diseñadas como escondites estratégicos. En una mansión de tres hectáreas en esta localidad, los narcotraficantes construyeron una piscina con la forma del ratón Mickey. Además, se secuestraron 13 mil dólares que estaban escondidos en la propiedad, junto con galgos que, se presume, eran utilizados para carreras ilegales.
Además, en las demás propiedades ocupadas durante los allanamientos, se encontraron caballos y galgos, junto con un polígono de tiro. Estas propiedades no solo reflejan el lujo en el que vivían los narcotraficantes, sino también las actividades ilegales que llevaban a cabo.
Actualmente, todas estas propiedades están bajo el control de la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de bienes y Derechos Patrimoniales (APRAD). Esta agencia, creada en 2016 según la Ley Nº 13.579, tiene la responsabilidad de decidir si los inmuebles serán rematados o destinados a organismos oficiales de la provincia. Sin embargo, la ubicación de varios de estos bienes en barrios cerrados del sur santafesino podría limitar su uso para instalaciones públicas.
El decomiso de estas propiedades marca un importante avance en la lucha contra el narcotráfico en Santa Fe, destacando la capacidad de las autoridades para desarticular estructuras criminales complejas. Además de controlar la calle y las cárceles, las autoridades ahora apuntan a quebrar los vínculos económicos y financieros que supieron construir durante décadas.
Los Monos y Alvarado han sido conocidos por su influencia en actividades ilícitas en Rosario, y este golpe representa un duro golpe a sus operaciones.
Las investigaciones continúan para determinar la totalidad de los bienes vinculados a estos grupos y asegurar que todas las ramificaciones criminales sean debidamente desmanteladas. Se espera que los resultados de estos operativos fortalezcan aún más las acciones futuras contra el crimen organizado en la provincia.
La comunidad local ha expresado alivio y apoyo a las autoridades por estos importantes avances en seguridad. Sin embargo, también persiste la preocupación por la complejidad y la envergadura de las operaciones narcocriminales descubiertas, subrayando la necesidad de una vigilancia constante y coordinada entre todas las fuerzas de seguridad provinciales y nacionales.
El caso ha generado repercusiones a nivel nacional, resaltando la importancia de estrategias integrales para combatir el narcotráfico y otros crímenes graves que afectan a las comunidades. Las autoridades provinciales y locales han reafirmado su compromiso de seguir trabajando incansablemente para garantizar la seguridad y la paz en la región, con la esperanza de reducir el impacto del crimen organizado en la vida diaria de los habitantes de Rosario y sus alrededores.
