La llegada del sistema frontal frío a la región central del país cambiará la dirección e intensidad del viento.
Tras la ola de frío polar que azotó a todo el país durante la primera quincena de julio, con alertas por temperaturas extremas, en los últimos días las marcas térmicas comenzaron a regularizarse, hasta alcanzar máximas de 18 grados.
En tano, “este aumento en las temperaturas y la humedad en las capas bajas de la atmósfera comenzó a manifestarse con la presencia de neblina y bancos de niebla en la zona central del país”, indicó el meteorólogo Leonardo De Benedictis en el sitio especializado Meteored.
No obstante, a partir del jueves “comenzarán a aparecer condiciones de inestabilidad” y, por otra parte, “un nuevo sistema frontal frío se irá desplazando de sur a norte, lo que provocará otro cambio sustancial en las condiciones de cara al fin de semana”, añadió el especialista.
La llegada del sistema frontal frío a la región central del país cambiará la dirección e intensidad del viento. Esta situación “afectará especialmente a la provincia de Buenos Aires, provocando ráfagas que podrían alcanzar velocidades entre 40 y 60 kilómetros por hora”. La zona costera, como suele suceder, podría llegar a tener las condiciones climáticas más complicadas.
“Toda la región pampeana presentará viento intenso del sector sur, fomentando un importante descenso de las marcas térmicas, aunque será muy diferente a la ola polar de la semana pasada, ya que no se esperan valores extremos de temperatura, sino más bien una situación cercana a los niveles medios”, aseveró De Benedictis.
El sistema frontal frío se dará de manera relativamente lenta y se moverá por el centro del país entre el viernes y el lunes, lo que causará la persistencia de las precipitaciones.