7 septiembre 2024

Dos estudiantes argentinos, entre los 50 mejores del mundo

Pusieron en lo alto la educación argentina con su dedicación. Fueron elegidos por el Global Chegg.org.

Global Chegg.org premia con 100 mil dólares a un estudiante excepcional por año. La premisa es que su actividad académica genera un fuerte impacto social positivo en la comunidad del alumno.

Los representantes argentinos entre el medio centenar de mejores estudiantes del mundo, tienen mucho para mostrar en ese sentido.

Martina, swiftie y activista ambiental

Empezando por Martina que, además de ser una alumna sobresaliente, también realiza actividades de alto impacto social. Martina es una activista ambiental. Participa en talleres sobre cambio climático y ha realizado campañas para preservar los humedales de Mar Chiquita de Córdoba.

Como muchas personas de su generación, Martina llegó a la problemática ambiental por las redes. En diálogo con MDZ, Martina  contó que empezó a toparse en Instagram de Jóvenes por el Clima. En varios de estos pequeños videos se explicaban las diferentes problemáticas y me fue involucrando cada vez más".

También es voluntaria en TECHO Argentina, una organización que proporciona viviendas a familias vulnerables o afectadas por desastres naturales. Durante el verano estuvo construyendo en Bahía Blanca. Ella y sus compañeros se dedicaron a poner en pie casas para los afectados por el temporal del 16 de diciembre.

Martina construyendo junto a a sus compañeros de TECHO
Martina construyendo junto a a sus compañeros de TECHO. Foto aportada por la entrevistada

Además del colegio que le ocupa toda la semana a la mañana y varios días de contra turno, las actividades de Jóvenes por el Clima, otras tareas extracurriculares y las horas que le dedica al estudio, Martina también tiene tiempo para sus amigos: "tengo amigos de varias organizaciones. No necesito juntarme con ellos a hacer algo en concreto, así cómo se dice ranchar, tomar mates y ponernos al día. Esas cosas las valoro mucho".

"Me gusta mucho Taylor Swift", dijo cuando fue consultada sobre sus gustos musicales y agregó: "Me gustan también bandas de antes como Queen y Guns And Roses. También escucho rock nacional, Soda Estéreo, Charly y en inglés me encanta la banda Coldplay".

Ian, resiliencia y motivación

El caso de Ian es igual de sorprendente. Tiene 19 años y cursa Ingeniería Química en la Universidad de La Plata. Estudia esta carrera porque busca generar soluciones desde la ciencia a los problemas que tiene la sociedad.

La historia de Ian está cargada de resiliencia. A los cuatro años empezó a estudiar danza clásica y sufrió bullying en la primaria por esta razón. Esto no lo detuvo en lo absoluto y al finalizar la primaria fue galardonado con el Premio René Favaloro como uno de los mejores estudiantes.

Ese no fue el único obstáculo que tuvo que sortear Ian. Tiempo después empezó natación y, tras consagrarse como uno de los mejores 8 del país en su categoría, sufrió lesiones que lo apartaron de las piscinas, pero encontró en el arte, un camino para seguir desarrollándose.

El joven de 19 años desarrolló una aplicación para la detección y monitoreo de incendios en Argentina. Además, Ian es columnista de "Inspirar Futuro," un programa en Radio Universidad Nacional de La Plata que recoge historias inspiradoras para construir un mundo mejor.

Ian Gottlieb Godoy Garraza exponiendo sus esculturas en una muestra
Ian Gottlieb Godoy Garraza exponiendo sus esculturas en una muestra. Foto aportada por el entrevistado.

En diálogo con MDZ Ian contó que cursa 5 horas por día y estudia durante 3 horas más en su casa. Además, hace su programa de radio y otras actividades. Sin embargo, también le queda tiempo para ver a sus amigos, salir y divertirse.

Ian no reproduce los estereotipos del "traga" o estudiante estrella que no tiene vida social: "Tengo dos grupos de amigos. Uno es del bachillerato de Bellas Artes y otro de la facultad. Más o menos cada grupo está compuesto por seis amigos. Tratamos de vernos una vez por semana y pasamos tiempo de calidad. Por ejemplo el otro día, fuimos a recibir las notas a la facultad y después para festejar las notas fuimos a comer una hamburguesa".

La anécdota que cuenta Ian es la de cualquier adolescente que, si bien es muy disciplinado con el estudio, tiene amigo y vínculos como cualquiera. No hay que vivir encerrado para ser uno de los mejores estudiantes del mundo.

"La clave en todo esto es la organización. Uno tiene que saber cuanto llevan las cosas y la prioridad de las diferentes cosas. También tengo tiempo para divertirme, para salir y para hacer deporte. Tengo marcado un objetivo, pero ese sueño tengo que disfrutarlo, me tiene que hacer feliz", completó Ian

Un fan de Star Wars y la ciencia ficción

Consultado por los libros o películas que marcaron su vida, Ian dudo unos segundo y contestó: "La saga de Star Wars me marcó. No solo porque me introdujo a lo que es la ciencia ficción, que para mi es algo muy importante, si no porque, detrás de lo que parece un contenido inocente, habla de conquista, de rebeliones y tantas otras cosas. No es nada inocente".

"Los creadores de ciencia ficción son brillantes, ellos le dan una vuelta de rosca a la realidad. ¿Qué cosas podríamos mejorar en la sociedad? ¿Qué cosas no están bien? ¿Cómo se pueden cambiar? Mucho de eso está planteado en la ciencia ficción", expresó el estudiante de ingeniería.

Ante la pregunta sobre qué problemas ve en el país y qué cree que se podría cambiar, respondió: "Hay una realidad y te hablo como argentino. Cada vez hay más incertidumbre, cada vez gente no tiene tiene para comer. En esta incertidumbre tan grande que existe, existe una gran falta de sueños".

Argentina, semillero de cerebros

Como se puede apreciar, ambos son orgullos nacionales provenientes de la educación pública argentina. Y lo mejor de todo es que no son una excepción.

El suelo argentino que parió 5 premios Nóbel siguió dando que hablar y, además de Ian y Martina, también dio ejemplos de alto desempeño educativo con otros estudiantes: en 2023, Victoria Rojas, entonces de 17 años de Posadas, Misiones, en su quinto año estudiando en el Instituto Politécnico St. Arnold Janssen como Maestra Mayor de Obras, fue finalista entre los 10 mejores para el Premio Global para Estudiantes de Chegg.org. El año anterior, Nicolás Monzón, estudiante de ciencias de la computación, fue finalista entre los 10 mejores.

 

Fuente: www.mdzol.com