Hoy, los conductores argentinos se encontraron con un nuevo incremento en el precio de la nafta y el gasoil en el comienzo de julio.
Este lunes, los conductores argentinos se encontraron con un nuevo incremento en el precio de la nafta y el gasoil, que subió hasta un 4% en promedio.
Este ajuste responde principalmente a tres factores: el aumento del 1% en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), una devaluación mensual del 2% en el tipo de cambio oficial (crawling peg) y un reciente incremento en el precio de los biocombustibles.
YPF, la compañía líder en el mercado local con cerca del 60% de participación, ajustará sus precios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, llevando el litro de nafta súper de $905 a aproximadamente $941. Similar ajuste se observará en el gasoil, que pasará de $941 a cerca de $980 por litro. Se espera que otras petroleras, como Shell, Axion y Puma, realicen ajustes similares en sus precios.
Este incremento se produce en un contexto en que el Ministerio de Economía busca colaboración de las petroleras para mitigar el impacto inflacionario. Desde la asunción de Javier Milei, los precios de los combustibles han experimentado una suba superior al 110%, mientras que las ventas han registrado caídas interanuales durante seis meses consecutivos.
En un esfuerzo por contener la inflación, el Ministro de Economía, Luis Caputo, decidió posponer el aumento del ICL previsto para julio. La medida busca evitar un impacto mayor en los precios al consumidor. Además, se ha suspendido la indexación por inflación de las tarifas de servicios públicos, como la luz y el gas, para aliviar la carga sobre los consumidores en un período de alto consumo debido a las bajas temperaturas.
