7 septiembre 2024

Canasta básica: una familia necesita $851.351 para no ser pobre

Se presentó el informe de la canasta básica junto con el de inflación y una familia de cuatro miembros necesita 2,8% más de lo que necesitó en abril para no ser pobre.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó, junto con el dato de inflación de mayo, cuánto necesitaron los argentinos para no caer en la pobreza. En medio de una histórica fragilidad económica y con un innegable crecimiento de las necesidades mínimas en las clases populares, la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total sufrieron un aumento del 3,7% y del 2,8% respectivamente en el último mes.

En medio del contexto inflacionario, aunque en franca desaceleración desde hace meses, el bolsillo sigue sufriendo los aumentos constantes en las góndolas. Con un Índice de Precios al Consumidor que alcanzó el 4,2%, una familia "tipo" (dos adultos y dos menores) necesitó de $851.351 para no caer en la pobreza, mientras que quedó en $386.978 la línea de indigencia, según el informe de canasta básica.

Un "adulto equivalente", unidad de medida que hace referencia a varón de entre 30 y 60 años, necesitó de $275.518 para no ser pobre y de $125.235 para no ser indigente. En lo que va del año, ambas canastas aumentaron un 60,8% y un 71,7%, mientras que el incremento interanual fue del 270,9% en ambas canastas, frente a una inflación del 276,4% interanual.

En el caso de un hogar de tres integrantes, según el informe presentado por el Indec, la suma necesaria para no ser indigente es de $308.079 y de $677.774 para no ser pobre. Mientras tanto, en el caso de un hogar con cinco integrantes, los valores son de $407.015 y $895.434 respectivamente.

Cabe señalar que estos aumentos, por más que sean cada mes más bajos, significan golpes al bolsillo de los trabajadores que ya sufrieron varios embates en lo que va desde la asunción de Javier Milei. El duro ajuste que anunció en campaña el presidente y que terminó llevando a cabo cuenta con la confianza popular de un mejor porvenir, aunque hasta el momento no haya indicios claros. Ya con la Ley Bases a poco de ser sancionada y luego promulgada, al Gobierno se le acaban las excusas de no contar con herramientas para mejorar la situación y lograr la tan ansiada estabilidad.