La economía argentina está en un momento delicado y el sector turístico no es ajeno a esa situación. La pérdida del poder adquisitivo de la gente y los altos costos internos juegan en contra.
La Cámara de Turismo de Bariloche fue la primera que alertó sobre la situación. Según la entidad, el nivel de ocupación hotelera en mayo y las perspectivas para junio no eran alentadoras. Detalló que era de sólo 20%.
Después de la buena época que se vivió en los últimos tiempos con la llegada de muchos turistas del exterior, especialmente de Chile, Brasil y Uruguay, por la ventaja cambiaria, desde hace meses el panorama es otro.
A esto se suma la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos. Es una porción muy chica de la sociedad que tiene posibilidad de pensar en destinar dinero para hacer turismo por el país.
Por otro lado, los que cuentan con recursos comienzan a hacer cuentas y encuentran que, por el actual valor del dólar y los altos precios internos, los destinos internacionales aparecen como más atractivos. Siguiendo con Bariloche, la plaza turística más importante para la época invernal, hace unas semanas fue noticia un hecho curioso.
Esta temporada, el pase para el centro de esquí Cerro Catedral costará $110.000, una suba de 280% contra el año pasado. En ese momento, antes de la reciente suba del “blue”, equivalía a unos 110 dólares. La comparación surgió rápidamente con los valores en otros centros de esquí a nivel mundial, tanto de Europa o de los Estados Unidos, y quedaba claro que el precio local se ubicaba por arriba de los del exterior.