Los vecinos de la populosa barriada del barrio San Francisco, en Florencio Varela, se encuentran sumidos en el dolor y la consternación tras el fallecimiento de Norma Montenegro, la abuela de 77 años que había sido atacada brutalmente por cinco perros pitbull en marzo de este año.
Norma Montenegro era una mujer conocida y querida en su barrio. Sus vecinos la recuerdan como una persona bondadosa, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesitara. El 13 de marzo, su vida cambió para siempre cuando fue atacada por cinco perros pitbull mientras realizaba una tarea cotidiana: cortar pasto para sus gallinas en la vereda frente a su hogar, en la intersección de las calles 1430 y 1423.
Según el desgarrador relato de su hija, Vanesa Montenegro, Norma se encontraba tranquilamente ocupada en sus quehaceres cuando, sin previo aviso, uno de los perros salió de una casa cercana y la embistió. En cuestión de segundos, otros cuatro pitbulls se unieron al ataque.
El ataque, del que InfoGEI diera cuenta el 14 de marzo pasado, fue feroz y despiadado, dejando a Norma con múltiples fracturas, incluyendo fracturas expuestas en los brazos, heridas graves en la cabeza y un hombro dislocado.
Norma fue trasladada de urgencia a la clínica, donde comenzó una larga y dolorosa lucha por su vida. Durante semanas, su familia y amigos esperaron con esperanza su recuperación, aunque la gravedad de sus heridas hacía que cada día fuera una batalla. Vanesa Montenegro, visiblemente afectada, contó a Infosur que su madre nunca se rindió y peleó con todas sus fuerzas, pero las heridas eran demasiado severas.
El caso generó una ola de indignación y preocupación en la comunidad, planteando serias preguntas sobre la responsabilidad de los dueños de estos animales y las medidas de seguridad necesarias para prevenir futuros ataques. Las autoridades locales no volvieron para seguir de cerca la situación de los perros y la fiscalía no avanzó con la investigación en una parálisis alarmante.
La familia Montenegro expresó su deseo de que los responsables sean llevados ante la justicia. «No queremos que esto quede impune. Mi madre no puede haber sufrido tanto para que ahora no haya consecuencias», declaró Vanesa. El caso está siendo investigado por la fiscalía, y se espera que en las próximas semanas se tomen decisiones sobre posibles cargos contra los dueños de los perros.
La muerte de Norma Montenegro es una pérdida irreparable para su familia y la comunidad de Florencio Varela. Su historia, marcada por la tragedia y la lucha, resuena como un llamado urgente a la acción y la reflexión sobre la convivencia con animales potencialmente peligrosos.