22 noviembre 2024

Cristina comparó al gobierno con la dictadura

La expresidenta apuntó al gobierno por la situación social, el individualismo y "la crueldad". No hizo alusiones a la interna. 

 

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó con dureza ayer al gobierno de Javier Milei, al que comparó con la última dictadura cívico-militar, al tiempo que se preguntó en referencia al impacto social del ajuste económico: ¿Cómo puede ser posible que en este estado de situación, haya gente que apoya”.

Cristina Fernández consumó esta tarde en el Instituto Patria un proceso de elevación de su perfil público que parece poner fin a su silencio desde que dejó el gobierno que compartió con Alberto Fernández y que comenzó con un acto el 27 de abril en Quilmes, siguió con una aparición en el Instituto Patria el martes, el mismo escenario para el encuentro de hoy.

“Nos parece que estos momentos de crueldad, de individualismo, de ‘no me importa un pito lo que le pase al otro’, son inéditos, y quiero contarles que desgraciadamente no son inéditos. En 1979, cuando llegó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los familiares fueron atendidos en oficinas y fue coetáneo con el Mundial Juvenil, y un conocido comentador de fútbol que ya no está desvió una reunión y lo hizo pasar por delante de los familiares, y los insultaron, agraviaron, les dijeron que eran parte de una campaña antiargentina”. Esa fue la fórmula retórica de la expresidenta para trazar una similitud entre la dictadura y el gobierno de Milei.

La ex mandataria cuestionó las políticas del líder libertario y puso el foco en el recorte de fondos a los comedores. “No mandan comida a los comedores, los comedores están sin dinero para alimentos, la gente come una vez al día. Algunos comen un viernes y vuelven a comer el lunes”, puntualizó.

En ese contexto, la expresidenta se realizó una pregunta política de fondo: “cómo puede ser posible que en este estado de situación, haya gente que apoya”.

La reaparición en el Patria estaba pensada como un homenaje al padre Carlos Mujica, bautizado “el primer cura villero” y asesinado el 11 de mayo de 1974. El homenaje se hizo, pero además se añadió la entronización de una imagen de la Virgen María, que fue colocada en el Salón de las Mujeres que Cristina inauguró el martes. Ocurrió después de que un sacerdote le recordara a la Expresidenta la figura de la Virgen como una mujer a homenajear y que no había sido tenida en cuenta en el diseño del salón. Para la ocasión no hubo políticos partidarios invitados: solo participaron sacerdotes –la mayoría de los curas en opción por los pobres- y monjas, además de dirigentes del DD.HH.

Cristina centró su intervención en la crítica al gobierno, sin alusiones a la interna que enfrenta a Máximo Kirchner, su hijo, con el gobernador Axel Kicillof, como había ocurrido en el acto de Quilmes.

Al insistir con la comparación de la actualidad con lo que pasaba en los años de la última dictadura, Cristina Kirchner enfatizó: “Escucho todo el tiempo y entre los compañeros, cómo puede ser posible que haya gente que apoya estas cosas. Cuando vino el golpe, después de la muerte de Mujica, del pelado Angelelli, hubo un tiempo en el que en Argentina era tremenda la violencia y amplios sectores de la sociedad la ignoraban, y decían algo habrán hecho”.

En esa misma línea, siguió: “Tal vez ignoraban lo que pasaba, tal vez creían en los medios, pero lo que quiero decir con esto es que si hacemos esto de docencia, si esta angustia que se siente en los barrios podemos transformarla en docencia, en organizar, salir, las cosas van a cambiar”.