Especialistas explicaron que este fenómeno se produce cuando una eyección de masa solar choca con los polos norte y sur de la magnetósfera terrestre, produciendo una luz difusa pero predominante proyectada en la atmósfera terrestre.
Días atrás, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), dependiente del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, había anticipado para este viernes y sábado el arribo a la Tierra de una enorme tormenta solar.
La advertencia indicaba que las grandes emisiones de plasma y campos magnéticos desde el Sol podrían causar a partir de este viernes disrupciones en la red de energía, las comunicaciones por satélite, y provocar inusuales auroras polares.
La nueva tormenta, que se estima dure todo el fin de semana, ocurre en un momento en que el Sol está acercándose al pico de un ciclo de 11 años de actividad intensificada.
Los campos magnéticos asociados con las tormentas geomagnéticas inducen corrientes en los conductores largos, incluidos los cables de energía, lo que puede provocar apagones.