Poco antes de la reaparición pública de Cristina Kirchner y en medio de la tensión entre La Campora y un sector cercano a Axel Kicillof, dos intendentes aprovecharon un acto para pedir la reactivación del dragado del Canal Magdalena para volver a plantarse en la interna: insistieron con que el Gobernador debe ser el nuevo líder del peronismo.
Los dos alcaldes que dieron el paso al frente son Julio Alak, de La Plata y Mario Secco, de Ensenada. Se trata de dirigentes de máxima cercanía con el gobernador: el primero viene de ser su ministro de Justicia y fue la carta del mandatario para recuperar el gobierno de la capital provincial para el peronismo y el segundo fue uno de los cabecillas del ahora desactivado Grupo Ensenada, armado que el año pasado sustuvo la candidatura de Kicillof a la reelección cuando Máximo Kirchner presionaba para que dé el salto al escenario nacional.
“Hoy, compañeros, más que nunca, tenemos que estar codo a codo con nuestro Gobernador, que tiene la doble tarea titánica, por un lado administrar esta provincia gigantesca, de millones y millones de habitantes; y por otro lado la historia lo ha puesto en esta posición de liderar nuestro movimiento nacional y popular”, planteó Alak en un claro desafío a Cristina Kirchner, además de a su hijo Máximo.
En la misma línea aunque abriendo explícitamente la posibilidad de una interna, Secco afirmó que “Nosotros tenemos una (esperanza) y la tenemos en la calle, es nuestro Gobernador, esa es nuestra esperanza. No decimos que es la única, es la nuestra, la que ponemos en valor”. En ese registró, profundizó el respaldo a Kicillof en la interna: “levantamos a aquellos que nos representan, levantamos aquellos que elegimos, y ese tiene nombre y apellido, es el compañero Axel Kicillof, no tengamos duda”.
En lo que puede interpretarse como una crítica implícita a posiciones que el cristinismo ha sostenido hasta ahora -hoy vuelve a hablar Cristina- respecto de cómo ejercer la crítica interna, el intendente de Ensenada criticó a “esos que dicen `que se jodan los que votaron a Milei´” y planteó una alternativa: “con ese chiste no, nosotros todos sabemos lo que queremos, y tenemos que luchar por los intereses de la provincia de Buenos Aires”. Enfático, hizo una reivindicación del alto perfil de confrontación, que al menos en términos de comparación interna, mantuvo Kicillof rescto de Mieli: “la reacción popular no viene sola, la gente no es espontánea, la gente se suma con sus dirigentes a la cabeza, cuando salimos a la calle y nos hacemos cargo, esa es la reacción popular, y lo que estamos haciendo es lo que nos dicen los compañeros de las bases, que nos pongamos al frente”. Para Secco: “no hay que guardarse hasta que esto explote, eso nunca sirvió, nunca dio resultado, eso es de cagón. Las luchas se ganaron cuando sus dirigentes y su pueblo acompañaron”.
Kicillof tuvo un discurso con menos señales a la interna, enfocado en la oposición al presidente Javier Milei como principal objetivo. Pero estuvo en el mismo escenario del palco del puerto de La Plata en una acto en el que se reivindicó su liderazgo, sin presencias camporistas y al que llegó acompañado de su ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, el líder de La Patria es el Otro, agrupación desde la que lanzó el último capítulo de tensiones internas por el control del peronismo.