Se corroboró que los restos encontrados a poco más de 3 kilómetros de la costa son vestigios de un sumergible alemán que participó de la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente, se confirmó que el submarino hallado frente a las costas en el Puerto Quequén, partido de Necochea, en marzo de 2022, perteneció al sangriento régimen nazi de Alemania liderado por Adolf Hitler. La expedición reciente, equipada con cámaras subacuáticas y vehículos sumergibles controlados remotamente, corroboró, como se preveía, los restos encontrados son vestigios de un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial.
Las pericias revelan que el submarino fue destruido deliberadamente, posiblemente para borrar evidencia de su llegada a Argentina, según informó el portal Necochea Digital. Este descubrimiento contradice las conclusiones previas de la Comisión de Esclarecimiento de las Actividades Nazis en Argentina, que en los años ‘90 negó la presencia de submarinos alemanes en las costas argentinas después de la guerra.
El naufragio de 80 metros de largo por 10 de ancho fue detectado semienterrado a 28 metros de profundidad y a poco más de 3 kilómetros de la costa, justo frente del sector de playas que marca el límite entre los partidos bonaerenses de Lobería y de Necochea.
La Agrupación Eslabón Perdido a cargo del investigador y escritor argentino Abel Basti, fue la responsable de liderar la investigación que confirmó el hallazgo nazi y contó con el financiamiento de la Fundación Reitich. Su convicción, desafiando las conclusiones establecidas, era clara: este submarino fue empleado para desembarcar personas, posiblemente jerarcas nazis, en un punto al norte de Quequén.
El ingeniero Hernán Sotero González, miembro del equipo de Eslabón Perdido, ha detallado el proceso de investigación, que enfrentó desafíos debido a las condiciones meteorológicas adversas. A pesar de las dificultades, el equipo pudo identificar elementos clave del submarino, como la torreta y el periscopio, así como chatarra recientemente arrojada sobre el casco, en un intento de obstruir la investigación.
Este descubrimiento plantea interrogantes sobre los responsables del vertido de chatarra y sus implicaciones legales y ambientales. Expertos internacionales, como Fabio Giuseppe Bisciotti, respaldan la identificación del submarino y abogan por continuar investigando para obtener más información sobre su historia y su posible conexión con el régimen nazi.
Aunque este hallazgo es más que importante en la investigación de las actividades nazis en Argentina, aún quedan desafíos por enfrentar, como la identificación de más submarinos hundidos y la evaluación ambiental de la zona. Sin embargo, el equipo de Eslabón Perdido se ha mostrado determinado a seguir adelante, consciente del significado histórico y la importancia de preservar este legado para las generaciones futuras.