Solicitó a la Corte Suprema de Justicia Bonaerense que declare nulo el juicio que lo condenó a prisión perpetua. La semana pasada, al cambiar de abogado, había pedido volver a declarar.
Máximo Thomsen, uno de los culpables del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell el 18 de enero de 2020, sigue buscando recursos judiciales que le permiten revertir la condena a perpetua que está cumpliendo en Unidad Penal de Melchor Romero. La semana pasada cambió de abogado porque considera que no estuvo representado de manera eficiente durante el juicio y pidió volver a declarar. Ahora, volvió a señalar que no tuvo una defensa eficiente pero además reclamó un nuevo juicio.
Thomsen pidió hoy a la Corte Suprema de Justicia Bonaerense que declare nulo el juicio que lo condenó a prisión perpetua. El joven aseguró nunca apareció grabado pegándole a Fernando y negó que existieran pruebas de un plan premeditado para asesinar a Báez Sosa y ni de que hubiera intención alguna de hacerlo.
Francisco Oneto, su nuevo abogado, apeló el fallo de la Cámara de Casación Bonaerense que confirmó la condena a perpetua para él, la misma pena que recibieron Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi. En cambio, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios.
El planteo del nuevo abogado es que Thomsen no tuvo una defensa anterior eficaz pues el entonces letrado Hugo Tomei representaba a los 8 rugbiers y por querer hacerlo a la totalidad del grupo no representó los intereses individuales de Thomsen, según informó el portal Infocielo.
Por eso pide que se declare nulo aquel proceso y se haga un nuevo juicio, a la par que niega que existiera premeditación en el accionar del grupo, lo que determinó el agravante de prisión perpetua a la condena por homicidio. En ese sentido, refiere que hubo intereses contrapuestos y que teniendo un único abogado no pudo representarlos a cada uno de los 8 acusados.
Asimismo, en el recurso aseguró que si bien a Thomsen siempre se lo señaló como el líder del grupo y quien habría tenido el incidente con Báez Sosa en el interior del boliche Le Brique, no fue él sino Blas Cinalli.
En ese sentido, hasta asegura que una vez que ambos grupos estaban fuera del boliche es que hubo algún cruce de palabras y gestos, y ahí se inició la pelea que terminó con la muerte de Fernando. Al respecto y ante la inmediatez de los hechos, la defensa cuestiona -tal cual establecieron los jueces- que hayan planificado ir a matarlo, pues ello se aplica cuando hay un tiempo para reflexionar sobre llevar adelante dicha acción y en el caso no lo hubo.
También postula que no está probado -en base a los varios videos de la secuencia de aquella madrugada- que Thomsen le haya dado el golpe que provocó la muerte de Fernando y hasta sugiere que pudo haber sido producto de algunos de los golpes que dieron algunos de los restantes condenados.
Por último, Oneto reclamó la nulidad del juicio y subsidiariamente que se aplique el artículo 95 del Código Penal, esto es el homicidio en riña, que prevé pena de 2 a 6 años de prisión.